Una pista en la gola

, Los expertos que abrieron el ataúd situado bajo un altar de la iglesia de San Plácido en 1994 -caja funeraria que contiene supuestamente los restos de Diego de Silva y Velázquez- esperan resolver el misterio que se cierne sobre el destino de los restos del pintor en un pequeño papel encontrado en el interior del féretro. El documento, que aún no ha sido examinado, está escrito en latín con letra de imprenta y sobresale entre los pliegues de la gola que cubre el cuello del cadáver. Las golas eran alzacuellos hechos con lienzos plegados y encajes. Para conseguir formar los pliegues, según José Sancho Roda, uno de los expertos que están estudiando el cuerpo hallado en el convento de San Plácido, los costureros de la época formaban primero una base con hojas de papel prensadas y posteriormente la recubrían de tela.La momia del caballero de la Orden de Santiago hallada en este convento del centro de Madrid lleva una gola de esas características. Pero la destrucción que los insectos, las humedades y el tiempo han producido sobre la tela del alzacuellos han sacado a la luz el papel original que se ocultaba en su interior. "En aquella época se solía utilizar papel de libros para hacer las golas", explica Sancho Roda "Si se extrae toda la página se podrá determinar fácilmente de qué volumen se trata. Si el libro es posterior a la muerte de Velázquez podremos descartar definitivamente que se trata del cuerpo del pintor". La ropa que cubre el cuerpo encontrado en el convento de San Plácido está en buenas condiciones. Una experta en vestimentas del siglo XVII, Amelia Delgado, será la encargada de estudiarla. Esta especialista, según manifestó ayer Antonio Sánchez-Barriga, restaurador del Ministerio de Cultura, ha destacado ya "la importancia excepcional" del ropaje que cubre el cuerpo momificado. El forense del caso, el catedrático José Manuel Reverte, cree que "es la primera vez que se encuentra un caballero del sigloXVII con todas sus ropas completas". Sin embargo, un experto en la Orden de Santiago consultado ayer por este periódico negó que el cuerpo de San Plácido pueda ser, tal y como sospechan los especialistas del ministerio que lo hallaron, el de Diego Velázquez. "Las pruebas que tienen son mínimas. Desde la creación de la orden hasta su desaparición, en 1931, fueron centenares los caballeros que pudieron ser enterrados con las características descritas. No existe ningún documento que relacione a Velázquez con la momia de San Plácido", afirmó. Este especialista considera que, "de existir", los restos del pintor de la corte de Felipe IV deben estar bajo la plaza de Ramales, lugar donde se levantó hasta 1809 la iglesia de San Juan, templo donde se enterró al pintor en 1660. Pero el alcalde, José María Álvarez del Manzano, no es de la misma opinión. Ayer declaró que no le parecía "razonable" que el osario del pintor estuviera bajo la plaza, "porque, cuando desapareció la iglesia de San Juan, no era lógico que se quedara la tumba de una persona importante y notoria". Mientras, la Consejería de Cultura prosigue sus excavaciones en la plaza de Ramales. En breve, los arqueólogos desenterrarán completamente el pavimento de una de sus capillas. Desconocen si bajo él se halla Velázquez, aunque dicen que eso es lo que menos les importa.