Los investigadores del Tribunal de La Haya se preparan para ir a Kosovo
, Los investigadores del Tribunal Penal Internacional (TPI) para la ex Yugoslavia se preparan para unirse al primer grupo de la fuerza internacional de paz (Kfor) que salga hacia Pristina. La fiscal jefe, Louise Arbour, ha obtenido el apoyo de los responsables militares de la OTAN, con los que está en contacto permanente en los últimos días, para comenzar las averiguaciones "lo más pronto posible". "Los primeros representantes de la fiscalía llegarán inmediatamente después de que empiece el despliegue internacional para comenzar a solucionar los problemas de logística", ha confirmado el portavoz del tribunal, Jim Landale. El comienzo de las investigaciones sobre el terreno de los expertos podría retrasarse unas semanas, hasta que se garantice la seguridad para trabajar. En su labor contarán con el apoyo y el asesoramiento del Kfor. El tribunal está ultimando la selección de un grupo de 350 expertos internacionales -policías, médicos forenses, patólogos y fotógrafos- que aumentarán la dotación y respaldarán los trabajos de los investigadores de la oficina del fiscal. Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Francia y Alemania se cuentan entre los países que han puesto a disposición del TPI recursos materiales y humanos. Washington ofrece 50 especialistas, y desde Colonia, el ministro de Asuntos Exteriores de Otawa, Lloyd Axworthy, anunció que ocho canadienses pasarán un mes en Kosovo recolectando pruebas para el tribunal.
Apresuramiento
La fiscalía quiere apresurarse a investigar, ahora que las pruebas aún están recientes, los crímenes y violaciones contra los derechos humanos que se han podido cometer en Kosovo en los últimos meses. "Es primordial que lleguemos a los lugares de los hechos antes de que el escenario se altere de una u otra manera", ha explicado Landale, que reconoce que en algún caso ya puede ser muy tarde. Las fuerzas de la OTAN han acusado a las fuerzas serbias de haber exhumado los cuerpos de albanokosovares, supuestamente asesinados como parte de la limpieza étnica acometida desde Belgrado, para ocultar las pruebas. Desde que en marzo comenzaron los ataques aliados, las únicas fuentes sobre lo que allí estaba ocurriendo han sido las informaciones servidas por los servicios de inteligencia de la OTAN y los testimonios de los miles de refugiados llegados a Macedonia y Albania que describían espeluznantes escenarios de tortura, ejecuciones sumarias y violaciones de miles de albanokosovares. Sobre estas fuentes se basó la orden de arresto internacional que el TPI lanzó el 27 de mayo contra el presidente yugoslavo Slobodan Milosevic y otros cuatro de sus altos mandos. El líder serbio fue acusado de crímenes contra la Humanidad por las muertes de decenas de personas, identificadas por los investigadores, que se encontraban ya en las zonas fronterizas.
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