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Paula Rego denuncia el horror del aborto clandestino en Portugal

La pintora muestra en la Fundación Gulbenkian su serie 'Sin título'

La pintora Paula Rego ha inaugurado en Lisboa una exposición en la que denuncia "el dolor y la humillación" que aún sufren muchas mujeres portuguesas al tener que recurrir al aborto clandestino. Con enorme crudeza, la pintora contemporánea más importante de Portugal lanza una dura crítica contra la actual legislación lusa, defiende la legalización del aborto y expresa su solidaridad con las mujeres. La muestra permanecerá abierta hasta el 29 de agosto en el Centro de Arte Moderno de la Fundación Gulbenkian.

, La exposición consta de dos secciones diferentes, aunque la soledad, la angustia y el dolor de la mujer están presentes en ambas. Sin título, un conjunto de 11 pinturas, ocho dibujos y seis grabados, surgió del fracaso del referéndum para la ampliación del aborto en Portugal. La oposición al proyecto ("como ciudadano") del primer ministro, el socialista y católico practicante António Guterres, provocó una vergonzosa campaña de su partido, que no se atrevió a defender la ampliación de una ley que provoca cada año miles de abortos clandestinos en Portugal. "Mi intención también es mostrar compasión por esas mujeres que sufren y decirles que estoy al lado de ellas". La pintora portuguesa afincada en Londres advierte de que ya es hora de acabar con la hipocresía en la sociedad portuguesa, y explica que las autoridades deben poner los medios para que las mujeres no tengan que "pasar por cosas tan terribles". Precisamente el primer visitante de la muestra fue el presidente de la República, Jorge Sampaio. Amigo y compañero de estudios de la pintora, Sampaio ha reconocido que la altísima abstención de aquella campaña le provocó su mayor decepción política. Paula Rego admite que sus obras constituyen ahora una denuncia: "No me interesa ya aquella cosa de ser artista, el modo de hacer un cuadro. Quiero decir cosas, denunciar situaciones". Y en el caso concreto de la serie Sin título, la pintora explica que no trata de ser "moralista o hacer juicios, sino alertar del peligro del sufrimiento". "Quería hacer una serie muy concreta, explícita, pero sin sangre; cruda, pero no obscena". Y sin duda lo ha conseguido. La angustia, la soledad y el dolor se sienten en esas pinturas realizadas con su dedos y pastel de óleo.

Pasión

Asimismo, esta serie va acompañada de El crimen del padre Amaro, inspirada en la obra de Eça de Queirós, donde un sacerdote seduce y abandona a una joven mujer, provocando la muerte del hijo ilegítimo de ambos. Es una crítica a la sociedad machista del Portugal del siglo XIX, "pero que se prolongó hasta las épocas de mi juventud", explica. "No obstante, es también una historia de amor, eterna y triste". Estas pinturas y dibujos quieren poner de manifiesto "la pasión" en que sucumben hombres y mujeres sin remedio: "Es algo que ocurre con frecuencia en estas relaciones. Ella pierde su identidad para dedicarse en cuerpo y alma a su amante. Le adora y él se aprovecha. Le gusta tener a alguien que lo admire, aunque en este caso el asunto es más serio, puesto que hablamos de un sacerdote que ha perdido la vocación". Paula Rego reconoce que le gusta retratar esos mundos oscuros y ocultos: "El padre Amaro no podía dejar de hacer lo que hacía, pero tenía que hacerlo a escondidas; no podía hablar de ello. Es eso lo que me interesa. Me gusta mostrar las cosas que se hacen a escondidas, en secreto, porque no se tiene el coraje y la valentía de hacerlo de otro modo". Ocurre lo mismo que en el caso del aborto: "Y sé de lo que estoy hablando. Son esas cosas que aún tenemos que seguir haciendo a escondidas en Portugal".

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