La incineradora sigue en huelga por el rechazo patronal a subir los sueldos

Los trabajadores de la incineradora de Valdemingómez tampoco reciclarán hoy parte de la basura que genera la capital. Las negociaciones con Tirmadrid se rompieron ayer. Los trabajadores no aceptaron la subida del 1% propuesta por la empresa. Exigen un aumento del 30%. Un peón de incineradora cobra 100.000 pesetas al mes; los operarios de campo, hasta 160.000.

Los trabajadores de la incineradora de Valdemingómez, la mayoría peones, no están dispuestos a seguir cobrando las 100.000 pesetas que Tirmadrid, la empresa que explota los hornos, les paga cada mes en su nómina.Exigen a la compañía salirse del convenio por el que actualmente se rigen, el de chatarreros y traperos, y tener su propio convenio colectivo marcado y fijado entre ambas partes, sindicatos y empresa.

Los sueldos de los trabajadores de la planta cambian dependiendo de las categorías laborales y la mayoría no pasa de las 100.000; un especialista llega a las 130.000 pesetas y un operador de campo, con categoría de oficial de segunda, en torno a las 160.000 pesetas.

En una última reunión mantenida a las 19.00 de ayer entre sindicatos y empresa tampoco se llegó a ningún acuerdo, al proponer la empresa una subida del 1%, frente al 30% solicitado por los trabajadores. La diferencia entre las partes es abismal.

Los representantes de los trabajadores exigen, además, una jornada laboral de 35 horas semanales y un plus de peligrosidad. "Aunque no lo quieran reconocer, cada día están entrando en la planta residuos tóxicos y animales muertos. Es un riesgo que corremos y no nos quieren dar el plus de peligrosidad", dice un sindicalista.

Tensión

La segunda jornada de paro en la incineradora estuvo marcada por una fuerte tensión. Desde las dos de la madrugada, un piquete de 30 trabajadores apostados en la entrada de la planta impedía el paso de los camiones que debían descargar las 600 toneladas de basura que cada día queman los hornos de la incineradora. Los trabajadores afirman que con las dos jornadas de paro Tirmadrid ya ha perdido siete millones de pesetas, a razón de tres millones y medio diarios.La máxima tensión en la jornada de ayer se produjo a las 12.30, cuando uno de los trabajadores fue detenido por la policía cuando intentaba cortar el tráfico en la N-III (carretera de Madrid-Valencia), aunque posteriormente fue puesto en libertad, después de prestar declaración en la comisaría de Vallecas.

La reacciones a la detención y a la situación en la planta no pasaron inadvertidas para los políticos de izquierdas. Hasta las puertas de la incineradora se dirigieron Inés Sabanés, Julio Setién y el alcalde de Rivas, Fausto Fernández, los tres de IU, para apoyar a los trabajadores. El alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, pidio una solución rápida al conflicto.