Entre ruidos con Fisas y Portabella AGUSTÍ FANCELLI
Duodécimo día de campaña. Hoy: Les liaisons dangereuses, con Fisas y Portabella. Las campañas producen a veces coincidencias peligrosas. Dos candidatos que en principio tan poco tienen que ver entre ellos como Jordi Portabella, de Esquerra Republicana, y Santiago Fisas, del Partido Popular, abordaron ayer una misma problemática urbana: la contaminación acústica, esa molestia. Fisas cita al personal a mediodía, en el cruce de la calle de Marina con la Gran Via para una comprobación sobre el terreno. Rueda de prensa a pie de calle. Con el ruido que hace, apenas se le oye, efectivamente. Si es eso lo que quería demostrar, ya podemos irnos. Pero no, hay algunas especificaciones a voz en grito por parte del candidato. "Nos encontramos en el punto más ruidoso de Barcelona según las mediciones de nuestros técnicos. Aquí nos ha dado un valor de 79,9 decibelios A, por encima tanto de lo que marcan las ordenanzas municipales como la Organización Mundial de la Salud", aclara. ¿Qué propone Fisas ante tamaño escándalo? Pues muchas cosas: aumentar el transporte público, controlar más las emisiones de ruido, introducir un asfalto especial que al parecer ya se ha probado en Valencia y la "especialización" de las calles: algunas consagradas al tránsito, otras a la carga y descarga, otras semipeatonalizadas, etcétera. Y añade que en cualquier caso hace falta más guardia urbana, para prevenir, más que multar. Jordi Portabella ha convocado su acto en el paseo de la Bonanova, un paseo que en principio quedaría más próximo a Fisas. Dentro del recinto del colegio La Salle, en el que, por cierto, estudió Molins, se encuentra la escuela universitaria de Ingeniería y, dentro de ella, un avanzado departamento de acústica. El candidato no habla. Cede la palabra a Robert Barti, director de ese departamento, quien informa de que el sistema de mediciones convencional no sirve para nada. "Muchos ruidos están por debajo de los niveles permitidos, y sin embargo molestan, porque consideran sólo el nivel de decibelios dBA , y no toman en cuenta otros, como la frecuencia o el tiempo que duran ". Barti, quien está llevando a cabo un estudio sobre la molestia sonora, introduce ahora a los visitantes en una cámara anecoide, esto es con reverberación cero, utilizada para analizar sonidos. Y resulta que el silencio es allí tan molesto o más que el propio ruido: silban los oídos por falta de estímulos exteriores. A la salida, Portabella, en plan universitario, afirma que él ha ido allí a aprender. Francamente, hoy Portabella se ha quedado conmigo y miro con alguna desconfianza el informe, medido sólo en dBA, que el bueno de Fisas me ha facilitado.
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