Los sindicatos decretan la alerta ambiental

Enfrascados los políticos en el periódico concurso de lanzamiento de promesas almibaradas que conlleva cada campaña electoral, los sindicalistas no han querido que se les pase desapercibido el Día Mundial del Medio Ambiente y han disparado la alarma verde sobre el grave deterioro que sufre la naturaleza valenciana. La jornada no sólo sirve a UGT y CC OO para describir los múltiples deterioros que sufre el medio a manos de los valencianos, también han pedido a los candidatos que incluyan en sus propuestas electorales soluciones ecológicas y han anunciado que reclamarán al próximo Gobierno de la Generalitat que dedique una mayor atención al tema. "La celebración del Día Mundial del Medio Ambiente está este año nuevamente marcada por signos inequívocos de aumento generalizado de los impactos sobre el medio y, ahora también, sobre la inseguridad alimentaria de la población", dice Comisiones Obreras del País Valencià en un comunicado en referencia a la reciente introducción de alimentos (pollos belgas) contaminados con dioxinas y al escaso control de la comercialización de productos transgénicos. CC OO hace especial hincapié en el grave deterioro hídrico de la Comunidad. "A fuerza de repetirse, con frecuencai se olvida que el agua es fuente de vida", se lamenta el sindicato, y enumera los problemas: "Salinización de los acuíferos litorales por sobreexplotación, contaminación por nitratos y metales pesados, contaminación de ríos...". Y critica que "el objetivo de la administración está puesto en importar agua de otras cuencas (Tajo, Ebro, Ródano..) con obras de gran impacto ambiental y costes multimillonarios". Completan su batería de críticas la postergación de medidas políticas que solucionen la contaminación industrial, la falta de iniciativa para reducir las emisiones de CO2, responsables del cambio climático, y el ninguneo oficial a las energías renovables (el Consell "ignora los compromisos compartidos con la UE, reduciendo la aportación valenciana del 12% al 6%" en la producción de las energías limpias). Mientras, UGT denuncia que "el análisis de los principales parámetros medioambientales en el País Valenciano, refleja, en su conjunto, un deterioro ambiental generalizado, una ausencia de actuaciones políticas integrales y un modelo de desarrollo que sigue alejado de criterios de sostenibilidad". Así, la secretaría de Medio Ambiente de UGT-PV centra sus críticas en la pérdida de calidad del aire y de las aguas. No olvida este sindicato la fúnebre situación que sufren los ecosistemas fluviales de, sobre todo, los ríos Segura, Magró, Vinalopó, Serpis y Canyoles, "que tienen el dudoso honor de ser de los ríos más contaminados del Estado español". UGT tampoco olvida la destrucción del marjal de Pego, pero cree que la "máxima gravedad" se da en el tema de los residuos, que "sigue en los aledaños de la clandestinidad".