La Rioja intenta fijar su lugar

El año empezó en La Rioja con una pintada en rojo y un mensaje: ¡Gratuidad para la A-68! Pero a los riojanos no les hace falta la reclamación anónima de la pintura para tener claro que no quieren pagar por la autopista vascoaragonesa que discurre paralela al río Ebro a su paso por la comunidad. Los conductores se exasperan cuando circulan por la N-232, la arteria de comunicación entre la cornisa cantábrica y el litoral mediterráneo, debido al tráfico intenso y al goteo de accidentes -uno cada día, apunta la oposición- y los que no conducen discuten en los andenes de Renfe por lo reducido de los horarios de los trenes si pretenden desplazarse a Logroño desde cualquier municipio de la región. Unos problemas cotidianos que no ensombrecen la gestión del Gobierno del PP si el analista estudia los grandes datos económicos. Obsesionado con el paro, el presidente Pedro Sanz ha reducido la tasa de desempleo hasta el 8%. "Incluso", dice, "somos receptores de demandantes de empleo de otras provincias". La réplica surge de forma instantánea con los informes de su rival directo, el líder del PSR-PSOE, José Ignacio Pérez Sáenz: "La Rioja era en 1995 la comunidad con menos paro del país y ahora es la sexta. Se han destruido 1.500 puestos de trabajo".A su vez, Conrado Escobar, portavoz de los populares en el Parlamento autonómico, no se amilana y afirma que se está viviendo "una etapa histórica en la evolución de la comunidad". ¿Por qué? "Porque nuestra tierra ocupa al fin el lugar que le corresponde en España y en la UE, ya que se han corregido las tendencias negativas de la etapa anterior", subraya sin nombrar al PSR-PSOE. "Se ha diseñado una política dirigida a un único objetivo: generar riqueza. Por esto se han liberado recursos superfluos, como los gastos de personal, para reducir la deuda viva a los niveles marcados por los tratados europeos en una etapa en la que el presupuesto se ha disparado a los 60.000 millones con la asunción, sobre todo, de las competencias de la enseñanza no universitaria", explica Escobar.

La queja desde los bancos de la oposición, ocupados por los socialistas, Izquierda Unida (IU) y el Partido Riojano (PR), ante este despliegue de logros es que no se ha invertido en nada. La lista de agravios es larga.

"La ejecución presupuestaria no alcanza el 60% de la inversión. Por ejemplo, cuando nosotros gobernábamos", advierte Pérez Sáenz, "reducimos el tiempo que costaba salir de Logroño a otro lugar. Si a finales de los años 80 ir a Madrid suponía tres horas y media, a finales de los 90 supone lo mismo".

El PP ningunea a la oposición. "Nosotros hemos invertido, hemos hecho un traje a medida para la empresa riojana", sostiene Escobar. "No es un mérito exclusivo. Es el mérito de una política planificada en la que han intervenido el Gobierno autónomo y los agentes sociales", matiza en alusión al Pacto por el Empleo y al Pacto de Formación, firmados por Sanz con los sindicatos y la patronal. "El resultado es empleo. Un empleo que, además, es estable y que ha repercutido en los sectores desfavorecidos, como el de la mujer", concluye. Mientras tanto, a la pregunta sobre qué pistas han dejado en estos cuatro años los populares, Pérez Sáenz contesta, de forma irónica: "Las de aterrizaje", en referencia al proyecto de construcción de un aeropuerto civil de tercer nivel, ya licitado por Fomento, a 10 kilómetros de Logroño. "Hasta ellos renuncian a venderlo como una carta electoral favorable. Han desaprovechado el tiempo, ya que todavía no han presentado un plan de viabilidad del mismo que nos ofrezca alguna garantía", apostilla.

"Por mucho que se quiera ridiculizar", rebate Escobar, "la construcción del aeropuerto forma parte de un amplio programa que pretende situar a La Rioja en el nudo de centralidad europea, entre los ejes del Atlántico y el Mediterráneo, como queda reflejado en el documento Europa 2000 de la Comisión de la Unión Europea". "Ya lo señalan las consultorías más prestigiosas: los vuelos interiores experimentarán un enorme empujón en los próximos años y no se puede perder el tren del futuro", avisa.

Por otra parte, la vida institucional ha conocido durante esta legislatura la aprobación del nuevo Estatuto de Autonomía, consensuado por los partidos mayoritarios, el PP y el PSOE, pero no por los minoritarios, IU y el PR. "Debemos estar de enhorabuena porque La Rioja gana en autonomía en una legislatura en la que se ha dado un gran empujón al Parlamento con la tramitación de un número de leyes, 34, nunca conocido", pondera Escobar. Los datos, sin embargo, no esconden "la pérdida de calidad democrática", denuncia Pérez Sáenz para valorar estos cuatro años como "un tiempo perdido", marcado por una gestión "que en algunos casos ha sido sustituida por trabajos de publicidad y marketing", en referencia a los proyectos licitados, pero no materializados.

"Si alguien quiere realizar un estudio sobre los reductos de la derecha autoritaria, debe venir aquí. Este Gobierno no ha aportado ninguna orientación especial. Tan sólo ha tejido una red de clientelismo y persecución de ideas", recrimina el líder socialista, que intenta invertir la preferencia tradicional del electorado riojano por la opción del centro derecha.