De Palacio cuestiona ahora que los altos cargos y sus familiares cobren subvenciones
Loyola de Palacio, la candidata del PP a las elecciones europeas, empieza a distanciarse de sus antiguos colaboradores en el Ministerio de Agricultura implicados en el escándalo del lino. Ha tenido que transcurrir un mes desde que surgió este caso, que ya se ha cobrado dos dimisiones de altos cargos ligados a su departamento, para que De Palacio admitiese en público, ayer en Tenerife, que alguno de esos ex colaboradores ha podido incurrir en una "responsabilidad estética" al gestionar las millonarias subvenciones europeas al cultivo del lino y beneficiarse de las mismas en su condición de agricultor a tiempo parcial. De Palacio ya admite que, "en el futuro", habría que establecer incompatibilidades para los altos cargos y sus familiares.
La ex ministra de Agricultura y cabeza de cartel del PP al Parlamento Europeo convocó una improvisada conferencia de prensa en Tenerife específicamente para salir al paso de los que la acusan de no hablar en esta campaña ni de sus propuestas europeas ni de su programa por estar contaminada irremediablemente por el caso del lino. De Palacio enumeró, frente a estas críticas, algunos de los capítulos de su proyecto para Estrasburgo, espolvoreó sus alternativas con severos reproches a cómo ha venido funcionando la Unión Europea y dio paso a las preguntas. La primera resultó sobre la posibilidad de que el socialista Javier Solana, secretario general de la OTAN, sea nombrado Mister PESC -el superministro europeo de Exteriores-. No quiso ni comentarla. La siguiente cuestión y las sucesivas se volcaron sobre el caso del lino, cultivo del que ha hecho gala comprándose varias prendas para esta campaña.De Palacio sigue responsabilizando al presidente de Castilla-La Mancha, José Bono (PSOE), de cualquier posible irregularidad en la concesión, gestión y control de las millonarias ayudas que la Unión Europea otorga a este cultivo. Es en esta comunidad donde se han detectado las principales irregularidades, por las que el alto cargo de Agricultura Nicolás López de Coca tuvo que dimitir como presidente del FEGA (Fondo Español de Garantía Agraria) al descubrirse que estaba vinculado a las subvenciones por partida doble: como gestor y como beneficiario.
Ya van dos dimisiones. Pero el culpable, en opinión de la ex ministra, es Bono. Eso sí, la candidata ya admite que en el caso del lino hay un fallo "estético". De hecho, destacó que la renuncia de López de Coca, explicada en su día "por razones personales", se produjo cuando ella aún era la máxima responsable del ministerio.
286 millones
Dicho esto, ella sigue sin asumir ningún tipo de responsabilidad personal. Aunque ya acepta, por primera vez, que es "discutible" estéticamente que un alto cargo -Nicolás López de Coca- reciba 286 millones de pesetas de subvención para una empresa de la que son copropietarios sus hijos -Colisur 2000-. Puesta a hablar de lino, la candidata fue receptiva a una posible "discusión sobre la estética" del comportamiento de sus colaboradores, e incluso a un debate para que "en el futuro se tengan que establecer cierto tipo de incompatibilidades".Por un momento, De Palacio intentó incluso construir un discurso "escolástico" sobre la naturaleza de las responsabilidades. Se frenó. Simplemente prometió: "Sobre esa responsabilidad estética ya hablaremos". Y dejó sembrado el camino: "Al margen de que sean o no discutibles algunas cuestiones relacionadas con altos cargos que hasta ahora no han tenido ninguna incompatibilidad, se puede discutir si hay que hay que plantear ciertos tipos de incompatibilidades, pero para el futuro. Y a lo mejor resulta que a mí me parece muy bien que se planteen ese tipo de incompatibilidades, no ya para los altos cargos, sino para sus familiares". La candidata remachó de nuevo: "Y a lo mejor resulta que a mí me parece bien".
Dónde fijar el límite
No se atrevió a adelantar cómo se aplicarían esas incompatibilidades porque el asunto le parece muy complejo. "¿Dónde se fija la incompatibilidad? ¿Cuándo un alto cargo puede empezar una actividad?". Algunas de estas cuestiones le parecen inabordables desde un punto de vista legislativo. No así ético. Pero sobre esta última faceta prefirió no decantarse.Cuando la comparecencia parecía adentrarse hacia este peligroso terreno, De Palacio volvió a señalar a Bono. Esta vez, "por no pagar las subvenciones" -el presidente regional ha ordenado parar las ayudas mientras avanza la investigación sobre las irregularidades- y por no explicar claramente en qué se basan los expedientes abiertos por la Junta. La candidata sostiene que "Bono, lo único que ha hecho es columpiarse" con estas denuncias y arriesgar la actividad de los agricultores.
Fue el instante cumbre en el que se le planteó a De Palacio qué habría hecho ella si, en un juego de política ficción, hubiese tenido que desempeñar el cargo de presidenta del FEGA y al mismo tiempo fuese agricultora de lino o cualquier otro cultivo subvencionable. "Yo soy una persona muy estricta en muchas cosas", se desmarcó.
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