La jornada de 35 horas vuelve al Parlamento en plena resaca de la huelga Socialistas e IU quieren que la Cámara apruebe la reducción de jornada en la Administración

El éxito de la huelga general convocada por los cuatro sindicatos mayoritarios vascos en favor de la reducción a 35 horas de la jornada semanal y del salario social ha tomado cuerpo parlamentario. Junto a la propuesta socialista para aprobar una proposición de ley que recoja las 35 horas en la Administración vasca, Izquierda Unida anunció ayer que presentará una proposición no de ley para la "aplicación inmediata" en la Administración vasca de las 35 horas. Ambas formaciones esperan que, en esta ocasión, los parlamentarios de Euskal Herritarrok -entre los que se encuentra el secretario general de LAB, Rafa Díez, central convocante de la pasada huelga- sumen sus votos a ambas propuestas. En el anterior debate que tuvo lugar en la Cámara, los parlamentarios independentistas votaron en bloque con PNV y EA en contra de una proposición para el reparto del empleo en la que se discutió también sobre las bondades y contradicciones de la aplicación de las 35 horas. Cuando el debate llegó al Parlamento por vez primera en esta legislatura, el lehendakari, Juan José Ibarretxe, se mostró contrario a legislar en ese sentido y recordó que, de facto, en la Administración vasca hay varios sectores que ya se encuentran por debajo de 35 horas y que, en su conjunto, los trabajadores de la Administración están "algo por encima de esa cifra". Junto a esta apuesta de los partidos de izquierda por debatir en la Cámara el motivo de la pasada huelga, algunos líderes vascos polemizaron ayer sobre los resultados del paro que afectó mayoritariamente al País Vasco y, de manera desigual, a Navarra. El secretario general del PSE-EE, Nicolás Redondo, desempolvó ese debate parlamentario y aprovechó para criticar a LAB y a EH, organizaciones a las que tildó de "rojerío de pandereta". El presidente del PNV, Xabier Arzalluz, formación que tildó de "desproporcionada" la huelga, admitió estar "persuadido de que las 35 horas acabarán imponiéndose" por la evolución de los tiempos y las tecnologías. El dirigente nacionalista interpretó que la convocatoria de huelga en Euskadi fue una "guerra entre sindicatos" y obedeció a una "batalla interna sindical" en la que ELA y LAB pretendían "mostrar un predominio del sindicalismo vasco.