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Ehud Barak ya tiene un plan para retirarse del sur de Líbano

El nuevo primer ministro de Israel quiere reanudar las conversaciones de paz con Siria

Israel planea ya su retirada del sur del Líbano. El nuevo primer ministro laborista Ehud Barak ha elaborado un proyecto militar y diplomático para replegar el Ejército israelí de la franja ocupada, cumpliendo de esta manera su compromiso electoral de devolver a "los chicos" a casa antes de un año y poner fin a una guerra cada vez más impopular y criticada, en la que ya han muerto 1.200 soldados israelíes.

Ehud Barak dispone de un plan en cinco etapas para retirar a las tropas israelíes de la zona ocupada del sur de Líbano, de unos 850 kilómetros cuadrados, en la que patrullan entre 1.000 y 1.500 soldados que disponen de medio centenar de carros de combate y que cuentan, además, con el apoyo y la asistencia de otros 2.500 militares libaneses pertenencientes al Ejército del Sur del Líbano (ALS).El proyecto, filtrado hace pocos días por la prensa de Jerusalén, empezaría con el anuncio de intenciones de Siria e Israel de reanudar los contactos, iniciados por el anterior Gobierno de Isaac Rabin y bloqueados desde 1996, con la llegada al poder del Likud, presidido por Benjamín Netanyahu.

El plan, destinado a encontrar una solución para poner fin a la ocupación del sur de Líbano -pero al mismo tiempo para los Altos del Golán- trataría de hacer sentar en la mesa de negociaciones a los tres protagonistas del conflicto (Siria, Libano e Israel). En calidad de observadores y asesores asistirían EEUU y la Unión Europea.

Alto el fuego provisional

Uno de los primeros pasos del plan Barak es conseguir un alto el fuego provisional de la guerrilla fundamentalista Hezbolá como "gesto de buena voluntad", lo que permitiría poner en pie una conferencia en la que se establecería la retirada paulatina del Ejército israelí de la zona y la evacuación de sus aliados, los soldados libaneses del ALS. El plan Barak se completaría con el despliegue de una fuerza internacional en las bandas desocupadas que garantizaría un periodo de tranquilidad, mientras Siria e Israel negocian un acuerdo definitivo diplomático-militar sobre las zonas en conflicto. Estas zonas, según el plan, deberán ser controladas definitivamente por el Ejército libanés.

Israel y Siria han empezado a dar los pasos previos para poner en marcha del plan Barak. Hace pocos días el embajador de la UE en Oriente Próximo, el español Miguel Angel Moratinos, llevó un mensaje de los laboristas a Siria, ofreciendo la reapertura de negociaciones a partir del punto en que quedaron estancadas en 1996. Moratinos, que había recogido el mensaje del diputado electo y ex embajador israelí en Madrid, Slomo Ben Ami, lo trasladó al ministro de Exteriores sirio, Faruk al Chara, quien en nombre del Gobierno de Damasco se mostró satisfecho de la oferta y reafirmó la disposición de Siria a sentarse cuanto antes con Israel.

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"El proyecto de Barak es accesible", aseguró ayer por la radio el general israelí en la reserva Yossi Peled, antiguo responsable de las actividades militares en Líbano. En la misma línea se expresó otro general de reserva, Dany Yatom, ex responsable de los servicios secretos del Mossad, quienes forman parte del equipo de asesores militares del nuevo primer ministro.

La filtración de estas informaciones ha generado en las últimas horas una oleada de esperanza en Líbano. El Gobierno de Beirut, según informaciones recogidas por la prensa, contaría ya con un ejército de 20.000 hombres, dispuestos a controlar la zona sur del país, junto con los cascos azules de la ONU. "Líbano va a tener que enfrentarse a desafíos históricos y nuestro Gobierno haría bien en prepararse para ello", aseguraba ayer el diario libanés en lengua inglesa, Daily Star.

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