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Hipólito Durán

Hipólito Durán (Valladolid, 1924) será el próximo 26 de mayo doctor honoris causa por la Universidad del País Vasco. Durán es cirujano general, una definición en desuso cuando el mundo avanza hacia la especialización casi microscópica de la mano de la tecnología. Sabido es que los usuarios de la medicina (es decir, el mundo) reclama de los profesionales, por igual, el trato personal de los médicos de cabecera (sólo hay dos cosas de cabecera, médicos y libros) y la frialdad de las máquinas que relacionan la fe con la precisión, de igual modo que aterrorizan la soledad del enfermo. Hipólito Durán, cirujano de guardia permanente, ha cultivado la estaciones en el trayecto; es decir, ha fomentado en los especialistas futuros del bisturí el generalismo necesario para acceder al ancho mundo del cuerpo humano. Dista mucho Hipólito Durán de ejercer como freno a la especialización; más bien frecuenta la generalización como la mejor base del conocimiento específico posterior. A diferencia de otros casos habituales en el reconocimiento universitario, Hipólito Durán aporta su vida más que sus papeles. Lo suyo pertenece a "la esencia de las vivencias clínicas que aportan una sinceracidad absoluta a sus trabajos", como reconoce Jaime Méndez, uno de sus antiguos discípulos, hoy profesor en la UPV. La vida es su legado; una actividad que comprendía en ocasiones jornadas de 18 horas de trabajo en el quirófano o colas en su consulta vallisoletana, en la que convivían enfermos de distintos recursos económicos bajo una máxima general: "Primero curar, después lo demás". Bien es cierto que en ocasiones Hipólito Durán confesaba a su enfermera la situación singular de su consulta: "Cobramos a la mitad de los pacientes que atendemos". En 1960 fue nombrado rector de la Universidad de Valladolid, un distrito que englobaba entonces, entre otrzas zonas, al País Vasco. Cinco años antes, Bilbao había dado los primeros pasos para lograr su reconocimiento universitario propio con la creación de la Facultad de Ciencias Políticas, Económicas y Comerciales, ubicada en el edificicio actual de la Escuela de Empresariales. La situación era transitoria y se buscaba un campus adecuado para sentar las bases de la futura universidad bilbaína. Los trámites se atascaron y fue precisamente Hipólito Durán uno de los que participaron activamente, en su calidad de rector, en la consecución final del solar en el que hoy se ubica Sarriko. Ya en Madrid, en la Universidad Complutense, Hipólito Durán fue requerido por los pioneros de la Universidad vasca para que aconsejara la dotación de plazas para la especialidad clínica (cirugía) de la recién creada Facultad de Medicina, que junto a la de Ciencias formalizaron oficialmente la Universidad de Bilbao (embrión de la UPV, junto a las iniciativas guipuzcoanas y alavesas). De su grupo de colaborades surgieron aquellos primeros profesores Amador García Blanco, José Luis Perrote (muerto en accidente en un trayecto Madrid-Bilbao), Jaime Méndez. Bilbao siempre le había caído a mano a Hipólito Durán, que había coincidido como estudiante con el doctor José Luis Goti o con el analista Pedro Barturen; y como profesor, con los alumnos vascos que estudiaban en Valladolid y que fueron sus discípulos. Incluso asistió al acto de graduación de la primera promoción de los alumnos de la Facultad de Económicas, que se había creado en Bilbao en 1955 y que contó como profesores con gentes acreditadas como Juan Echevarría Gangoiti, Berasategi (alcalde de Bilbao) o Teodoro Flores (hoy, emérito de la UPV), auténtica memoria de las venturas y desventuras de la creación de la Universidad vasca. Hombre retraído y vehemente, estricto con la profesión y exigente con las reponsabilidades adquiridas, cultiva pocas pasiones más allá de la profesión que le ocupa, a mitad de camino entre la dedicación y la obsesión. Que se sepa, el mus y las películas del Oeste ocupan su ocio. Lo primero, con el rigor que exige un juego muy serio: en sus veraneos santanderinos, el mus tenía hora fija, de 4 a 7, con un añadido para los comentarios posteriores de la partida. El cine le rodea incluso familarmente. Su mujer es hermana del realizador Antonio Giménez Rico y la hermana de su secretaria está casada con el también realizador Antonio Mercero. El cine está presente más allá de la pantalla aunque siga fiel a los clásicos del Oeste. ¿Cine de género o cine general?

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