Primeras manifestaciones en Serbia contra la guerra
Tras ocho semanas de campaña militar aliada, en Serbia empiezan a aparecer las primeras muestras de revuelta contra la guerra y la movilización militar decretada por el régimen de Slobodan Milosevic. En dos ciudades del centro del país, Krusevac y Aleksandrovac, a unos 200 kilómetros al sur del Belgrado, miles de personas, según distintas fuentes, han salido a las calles para pedir "el fin de la guerra".La más numerosa de las concentraciones se produjo el martes ante el ayuntamiento de Krusevac, donde unas 3.000 personas reclamaron el retorno de los jóvenes de la localidad destinados en Kosovo. Algunos padres, cuyos hijos han muerto en el frente, enarbolaban esquelas y había pancartas que reclamaban: "¡Devolvednos a nuestros hijos. No queremos féretros!".
Los manifestantes atacaron la casa consistorial y el alcalde, miembro del Partido Socialista de Milosevic, fue abucheado cuando dijo que no podía hacer nada por ellos. Luego, los vecinos entraron en el edificio de la televisión local, de donde fueron expulsados por la policía.
El comandante de la guarnición local usó la misma antena para emitir un comunicado en el que llamaba "subversivos" a los manifestantes. El Ejército les acusó de "minar las capacidad de defensa" del país y de "cooperar con el enemigo". El mismo día, un millar de personas participaron en una protesta semejante en Aleksandrovac. Desde primeros de mes, ha habido también protestas menores en otras localidades serbias
En Belgrado, en cambio, las juventudes del partido de Milosevic atacaron ayer, por tercera vez en 10 días, la sede del Partido Demócrata del ex alcalde de la capital Zoran Djindjic, quien vive refugiado en Montenegro tras el asesinato de un periodista, crítico, como él, del régimen. Los asaltantes lanzaron piedras y gritos de "¡traidores!" contra Djindjic y su partido.
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