El chubasquero se impone
La afición está satisfecha porque el bautizo de San Isidro 99 ha sido a lo grande. La plaza se abarrotó de chubasqueros -piezas clave en el ajuar del buen aficionado-. Los hay de todos los colores: verde montería, azul azafata, amarillo antisuperstición y hasta naranja, que pone cara de caramelo a su propietario. En tardes de diluvio es imprescindible coger postura. Es decir, quedarse quietos como palos bajo los plásticos y rezar para que pase el chaparrón.Cayó tanta agua en la primera de lluvia, que a Javier Conde se le oyó pensar en alto: ¡Quién me mandaría meterme a torero, con el frío que se pasa! Entre toro y toro saltaba para sacudirse el agua mientras se cubría con un mantel. Las malas lenguas decían que aguantó el tirón soñando con el baño caliente que le preparó su Marta.
Entre los gabardinistas, Samuel Flores y su yerno Adolfo Suárez Illana compartían charla y proyectos. Quizá hablasen del bautizo y el nombre que pondrán al primer nieto del ganadero y tercero del ex presidente, nacido hace 20 días.
Sólo una princesa como Beatriz de Orleans es capaz de lucir zapatos de alto tacón y no salir como la Cenicienta de una tarde torrencial. Se quedó sin ver a Morante, pero disfrutó de la conversación de Julio Ayesa, caballero navarro y dandi de los que ya no quedan. En la barrera del 10, la misma en la que Ava Gardner bebía los vientos por Dominguín, Terelu Campos y Nuria González (discreta y verdadera novia de Fernando Fernández Tapias) compartían afición taurina, amistad personal y trabajo en televisión. A su izquierda una señora lucía un sombrero modelo cosaco (en homenaje al viaje de Aznar a Moscú). Mery Blázquez, hija del restaurador Lucio, pidió la histórica gorra a su padre, que ha reservado tarde para acompañar a Antonia dell"Atte. En el capítulo de meriendas se observan algunos cambios: de las bandejas de pasteles que inundaban tendidos, palcos y pasillos, se ha pasado a las carreras por las chapatas de serrano que por 525 pesetas solucionan la tarde. Se habla de avalanchas en el tercer toro. La feria se presenta llena de posibilidades. A los aficionados les mantiene la fe, a los acomodadores su suerte. No es lo mismo, atender en el tendido bajo 10, que en la andanada del 2.
Babelia
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