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GUERRA EN YUGOSLAVIA El debate político

El Pentágono insiste en que sólo una invasión terrestre garantiza la victoria

La guerra contra Yugoslavia va mal y la única manera de asegurar una clara victoria es enviando fuerzas terrestres que, para que pudieran actuar a comienzos de agosto, deberían empezar a llegar a los Balcanes a comienzos de junio. Es el mensaje enviado por el Pentágono a Bill Clinton. Ante el creciente malestar en EEUU por la larga duración y oscuras perspectivas de la guerra, el Pentágono, en una nueva "filtración", esta vez a la revista Newsweek, ha reiterado que la Casa Blanca es la principal responsable del estancamiento militar.

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Hace pocas semanas y ya comenzadas las hostilidades, la Junta de Jefes de Estado Mayor volvió a advertir a William Cohen, secretario de Defensa de EEUU, de la ineficacia de una campaña aérea en la que los blancos y los medios se van definiendo en función de los acontecimientos y que no cuenta con la participación de fuerzas terrestres, según la revista Newsweek. Para expresar su convencimiento de que hay que ir a por todas o dejarlo, el Pentágono se está oponiendo a la entrada en acción de los helicópteros Apache desplazados a Albania, si no es en el marco de una gran ofensiva militar.Presionado por sus militares y por su principal aliado político, el primer ministro británico Tony Blair, Bill Clinton dijo ayer: "No creo que nosotros o nuestros aliados debamos descartar ninguna opción y ésa ha sido mi posición desde el comienzo". El comentario no es exacto: Clinton comenzó la campaña prometiendo al pueblo norteamericano que jamás enviaría tropas terrestres a combatir a los yugoslavos. Antes del comienzo de los bombardeos, cuando la secretaria de Estado norteamericana, Madeleine Albright, insistía en que el presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic, daría su brazo a torcer ante la amenaza de la fuerza, o apenas unos días después de empezar la campaña aérea, la Junta de Jefes de Estado Mayor ya se opuso ante Clinton a este planteamiento.

Ahora, los militares norteamericanos tienen una clara sensación de que la OTAN no está ganando. El fantasma de Vietnam, en el que la potencia de fuego de EEUU fue utilizada de modo gradual, de escalada en escalada, está en las mentes de los generales y almirantes norteamericanos.

La doctrina Powell

Colin Powell, que fue jefe del Estado Mayor durante la guerra del Golfo, se ha sumado a las críticas a Clinton. En una comparecencia en el National Press Club de Washington, Powell dijo el lunes: "Yo hubiera presentado mis objeciones a una campaña que no sólo no incluye tropas terrestres, sino que desde el principio descartó la amenaza del uso de esas fuerzas terrestres".

Powell es el creador de la doctrina favorita en las Fuerzas Armadas de EEUU, que fue aplicada durante la guerra del Golfo. Según el general, EEUU, para evitar la repetición del desastre de Vietnam, no debe implicarse en conflictos en los que no tenga objetivos claros y concretos y en los que no ponga en juego desde el primer momento su aplastante superioridad militar. En el caso de Kosovo, eso hubiera significado retrasar el comienzo de las hostilidades para situar sobre el terreno a un Ejército formidable y capaz de derrotar a los yugoslavos por aire y tierra en pocas semanas.

Los militares norteamericanos nunca han sido muy entusiastas sobre su implicación en Kosovo, pero creen que, una vez decidida por Clinton, la guerra sólo debe concluir con la victoria total de EEUU y la OTAN. Y se quejan de que el tipo de guerra de la tercera vía que dirige su compatriota el general, Wesley Clark, es imposible de ganar.

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