La interprofesional del lino, formada por industriales y agricultores, pide un mayor control del cultivo
La interprofesional para el cultivo del lino, compuesta por agricultores e industriales, acordó en su última reunión plantear una serie de medidas al conjunto de las comunidades autónomas para profesionalizar al máximo las siembras de este cultivo y evitar que se puedan producir irregularidades. Para Javier Alejandre, miembro de la interprofesional en representación de la Unión de Pequeños Agricultores, es preciso una unificación de criterios en todas las comunidades autónomas en todo el proceso para la obtención del lino, desde la producción a la transformación. En opinión del representante de esta organización agraria, es perjudicial para el cultivo del lino, así como para todo el sector agrario, caer en una dinámica de casos de supuestas irregularidades en perjuicio de los profesionales del sector que cumplen rigurosamente con las exigencias comunitarias y que son la mayoría.Con vistas al futuro, la organización interprofesional propone que todas las comunidades autónomas donde se planta este cultivo tengan unos mismos criterios a la hora de las exigencias de las siembras así como sobre los procesos de recogida. La interprofesional aboga por una política de controles similar en todas las zonas y que no haya diferencias según la comunidad autónoma donde se halle el terreno. En la misma línea, se propugna igualmente por un mayor control sobre las industrias de transformación para evitar que puedan declarar producciones que no han recogido ni comercializado en base a seguimiento de las horas de trabajo de las plantas, número de operarios o uso de energía eléctrica.
Este año, las superficies de siembra ascenderán a casi 100.000 hectáreas. A raíz de las denuncias aparecidas en las últimas semanas sobre supuestas irregularidades en este cultivo, se da por hecho que en esta campaña, en el momento de la siega del lino, se van a intensificar al máximo esos controles tanto en origen como en las industrias.
A la vista de las condiciones climatológicas en esta campaña, es muy probable que una parte importante de las superficies sembradas no tengan los rendimientos mínimos de los 1.500 kilos de paja por hectárea para acceder al 100% de la ayuda. Si no se llega a esa cantidad, las ayudas de la UE en torno a las 120.000 pesetas por hectárea, se reducirían a solamente el 35%.Con una subvención de 40.000 pesetas, en la próxima campaña, se produciría una fuerte reducción de hectáreas de cultivo.
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