La ciudad más "céntrica" de Andalucía
El centro de Andalucía. Écija se encuentra ubicada en la campiña sevillana, equidistante de Córdoba ySevilla. Una situación privilegiada que la conforma como un importante punto de comunicaciones, a menos de dos horas de todas las capitales andaluzas salvo Almería, y un centro de distribución comercial y turístico que, sorprendentemente, aún no ha desarrollado sus potencialidades. Esta ciudad milenaria, fundada por el griego Astur, origen de su nombre Astigi, vive contradicciones difíciles de entender. Las comodidades y los avances de una urbe de tamaño medio se mezclan con las carencias de una localidad rural de los comienzos del desarrollismo. Mientras cinco canales de televisión local compiten por una audiencia que no llega a las 40.000 personas, en los bares cercanos al Ayuntamiento las necrológicas se pegan en tablones para que, entre cerveza y tapa, se sepa quien ha pasado a mejor vida. Las 11 torres Écija parece arañar el cielo. Hasta 11 torres conforman el perfil de una ciudad, riquísima en su patrimonio arquitectónico y que, de momento, no ha sabido promocionar suficientemente la industria turística, a pesar de que en 1.966 fue declarada Conjunto Histórico-Artístico, y cuneta con tradiciones únicas como el Santo Entierro Magno: donde catorce pasos, seguidos de un magno cortejo, desfilan por la ciudad en Semana Santa. Durante este mandato se abrió un museo en la ciudad, pero por otro lado, no cuenta con estación de autobuses, no hay apeadero de trenes y la oferta hotelera no pasa de las dos estrellas. El turismo se ha convertido en el reto del próximo siglo. Rodeada de grandes extensiones dedicadas al cultivo del girasol y al algodón (durante la época islámica fue conocida como Medina Al-Cotón), los polígonos industriales, cinco en estos momentos, han florecido en el entorno ecijano revelando una nueva corriente empresarial. El presidente de la Confederación de Empresarios de Écija, Antonio Tirado, destaca que el número de empresas ha pasado de 150 a 300 desde 1992. "Son empresarios que antes eran trabajadores de compañías grandes y que han decidido emprender una aventura por su cuenta", apunta Tirado. Sobresalen dos sectores: el mueble y la pastelería industrial. Como en la mayoría de los pueblos de Andalucía, el paro (16%) es el principal problema para los astigitanos. Sin embargo, para el presidente de los empresarios de Écija el inconveniente más importante viene dado por la competencia desleal: numerosos talleres de carpintería han surgido bajo la figura de la economía sumergida. Para los jóvenes la interpretación es otra: "cada uno se busca la vida como puede". El alcalde, Julián Álvarez, (PA) ve el futuro en la ampliación del suelo industrial para la atracción de industrias y convertir Écija en un centro de distribución comercial. El río Genil, factor decisivo de la riqueza agrícola, aunque en el pueblo aseguran que "los señoritos dueños de la tierra nunca han invertido en Écija", ha sido motivo de desolación y efectos devastadores. Durante la madrugada del 18 de diciembre de 1997 sus aguas se desbordaron inundando una tercera parte de la ciudad, como ya ocurriera en 1963. Por fin se están acometiendo las obras del cauce del río a su paso por la ciudad. Bajo el sol La sartén de Andalucía, como es conocida popularmente Écija debido a las altas temperaturas que alcanza en el verano, tiene su caldera particular en el Ayuntamiento. Regido por los andalucistas con el apoyo del Partido Popular. Écija es considerada como uno de los bastiones del PA. Su presidente, Alejandro Rojas-Marcos, pasó en la localidad un exilio de dos años durante la dictadura. A pesar de que todas las formaciones políticas firmaron un acuerdo para centrar la campaña en los diferentes programas políticos, hay una auténtica guerra verbal, de acusaciones de corrupción, contrataciones a dedo e insultos, entre el PSOE y los andalucistas. La última polémica ha sido debida el aparcamiento que la corporación ha querido construir en la Plaza de España, conocida como El Salón. Los andalucistas afirman que es fundamental para el desarrollo del centro histórico, desde el PSOE se argumenta que es innecesario y que se está destruyendo un patrimonio arqueológico y natural. Las obras están paralizadas y el asunto en los tribunales. Los ecijanos, mientras tanto, no participan de esta crispación, enfrascados en los problemas diarios de una ciudad con un alto grado de prosperidad.
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