Los empresarios guipuzcoanos se ofrecen de puente hacia la paz

"Creemos que hay que hacer la paz irreversible. Los empresarios estamos dispuestos a trabajar y colaborar en el proceso de paz. Queremos que la paz llegue a Euskadi y vivamos en un país en el que merezca la pena emprender, invertir, generar riqueza y empleo y en donde se pueda convivir discrepando libremente". José María Korta, presidente de Adegi, la patronal guipuzcoana, leyó ayer en San Sebastián, poco antes de celebrar la asamblea general de la asociación que preside, un comunicado en el que reiteraba la necesidad de paz que tiene Euskadi, su carácter de inversión y la voluntad de Adegi de ofrecerse de "puente" para que el proceso de paz sea irreversible.Más allá de las discrepancias políticas, José María Ruiz Urchegi, secretario general de Adegi, señaló: "Nos importa la paz. Es un bien superior". Los empresarios se declararon conscientes de la importancia del momento que vive el País Vasco y ratificaron lo que ya señalaron en septiembre del pasado año cuando ETA declaró el alto el fuego: la tregua es una buena noticia e incluso una buena noticia económica, en tanto que la paz es "la mejor inversión que nuestra sociedad puede realizar" y la mejor fuente de riqueza.

Toda la declaración de Adegi mantiene un tono prudente y expresa esa vocación de colaboración, de la necesidad de mantener la paz como primer objetivo y de respetar las diferencias de pensamiento entre los ciudadanos.

Los responsables de esta patronal consideran que se ha abierto una puerta tras la declaración de la tregua que "no puede ni debe cerrarse". Y para ello apelan a la colaboración de los ciudadanos, colectivos e instituciones para construir una "paz con mayúsculas", que a su juicio va más allá de la "ausencia de atentados, secuestros y amenazas". Para Adegi, la verdadera paz es más que la tregua definitiva de ETA o la eliminación de la violencia callejera y significa "fomentar la tolerancia, el diálogo, la aceptación de la diferencia, la posibilidad de defender democráticamente cualquier idea, la convivencia normalizada, en definitiva, de posiciones plurales o discrepantes".

Arriesgarse

Los empresarios asumieron su obligación "moral y ciudadana" de trabajar a favor de la paz y por ello se comprometen públicamente y se involucran en el proceso de pacificación porque consideran que "la paz es un valor fundamental" por el que merece la pena "arriesgarse y hasta equivocarse". En Adegi se recordó que el colectivo empresarial ha sufrido "en sus propias carnes" las consecuencias del terrorismo y, a pesar de ello, se ha mantenido al frente de sus empresas. "Desde esta legitimidad", se ponen a disposición de "quienes tienen la difícil tarea de administrar el proceso" de paz. Los empresarios guipuzcoanos indicaron también que son conscientes de que no les corresponde diseñar los contenidos ni los resultados de tal proceso, pero se ofrecen a tender puentes de entendimiento.