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DIMISIÓN DE JOSÉ BORRELL

Almunia cree que es "excesivo" el gesto de Borrell pero "pone en evidencia a Aznar"

El secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, afirmó ayer en Mallorca que José Borrell, con su renuncia, ha protagonizado "un sacrificio" y "un gesto excesivo para la situación creada, en la que no se ponía en duda su honestidad". El líder socialista añadió que "Borrell sale reforzado como persona y ha dado una lección de ética como político". Almunia contrapuso la actitud de Borrell con la del presidente del Gobierno, José María Aznar, que "mira hacia otro lado cuando sus colaboradores han sido condenados", y la del ministro portavoz, Josep Piqué.

El secretario general del PSOE reconoció ayer que había fracasado al intentar evitar la opción escogida por Borrell y dijo que vio cómo éste la maduraba "en las últimos semanas, días, y, particularmente, en las últimas horas [por el viernes]". Almunia habló ayer con Felipe González, que está fuera de España, quien le trasladó "un hondo pesar" por la renuncia.El líder del PSOE efectuó un alegato en favor de Borrell, del que subrayó su "comportamiento político, ético, personal intachable" y advirtió: "Que nadie trate de hurgar, al calor de la renuncia, en su honestidad". "Es una temeridad en la que algunos ya han caído", remachó.

El líder socialista aseguró que ha visto a Borrell "sufrir y pasar momentos muy malos y amargos" desde que se informó de las irregularidades de sus ex colaboradores. Almunia considera que su ex líder electoral ha engrandecido su dimensión humana y su categoría. "Mi admiración por él ha aumentado", dijo.

"En este día amargo en el que José Borrell ha renunciado, todos los socialistas tenemos que agradecerle su tarea e ilusión", explicó el dirigente socialista, quien descalificó "el mal gusto y mal estilo" de quienes le han atacado "nada más conocerse su dimisión".

El PSOE entiende que el gesto de su ex presidenciable "pone en evidencia" el comportamiento del presidente del Gobierno, José María Aznar. Almunia recalcó que Aznar "ha mirado para otro lado cuando algunos de sus más directos colaboradores han sido condenados". Del ministro portavoz, Josep Piqué, Almunia cuestionó "sus actitudes y talantes" por no tener "lección que aprender ni ejemplo que tomar cuando Borrell no está acusado ni ha cometido ningún acto irregular". Almunia le afeó su comportamiento fiscal a Piqué y también se refirió a la cabeza de lista conservadora al Parlamento Europeo, la ex ministra de Agricultura, Loyola de Palacio: "Sus colaboradores se han lucrado por subvenciones agrarias que ellos mismos gestionaban", aseguró. Almunia añadió a esta lista de reproches al ministro de Fomento, Rafael Arias-Salgado, de quien dijo: "Además de mal gestor -un desastre- es un mal contribuyente".

Los socialistas se han propuesto parar las polémicas internas y los debates sobre nombres: "No vamos a tomar ninguna decisión sobre el futuro candidato del PSOE hasta después de las elecciones", reiteró en varias ocasiones Almunia, quien descartó hablar de sí mismo como posible candidato. "El comité federal tomará una decisión tras las elecciones", reseñó.

Almunia consideró positivo el efecto interno y público de las primarias y aseguró que los "primeros desajustes de los primeros meses" entre ambos se habían superado. En su opinión, actualmente existía una colaboración leal, una "identidad de puntos de vista" y un pleno apoyo del partido al hasta ayer líder público. "Las expresiones de solidaridad y lealtad han chocado con su convicción", asumió.

Desliz

"Todo el PSOE ha trabajado totalmente para que Borrell ganara las elecciones", agregó. No obstante, Almunia admitió un error reciente suyo: "Cometí un desliz por la coletilla de razones de fuerza mayor que incluí en la declaración del lunes"."En política se sufre", confesó Almunia, quien añadió que "hay unos pocos golfos que acuden a la política para obtener rendimientos económicos y hay que echarlos". Asimismo, admitió que "es posible que quede alguna persona que haya cometido irregularidades" entre personas que colaboraron con el PSOE y aseguró: "Hago todo lo posible para descubrir al último colaborador que las haya efectuado, amparado en la siglas y en la confianza enorme de los millones de españoles".

El secretario general del PSOE reconoció ayer que había fracasado al intentar evitar la opción escogida por Borrell y dijo que vio cómo éste la maduraba "en las últimos semanas, días, y, particularmente, en las últimas horas [por el viernes]". Almunia habló ayer con Felipe González, que está fuera de España, quien le trasladó "un hondo pesar" por la renuncia. El líder del PSOE efectuó un alegato en favor de Borrell, del que subrayó su "comportamiento político, ético, personal intachable" y advirtió: "Que nadie trate de hurgar, al calor de la renuncia, en su honestidad". "Es una temeridad en la que algunos ya han caído", remachó. El líder socialista aseguró que ha visto a Borrell "sufrir y pasar momentos muy malos y amargos" desde que se informó de las irregularidades de sus ex colaboradores. Almunia considera que su ex líder electoral ha engrandecido su dimensión humana y su categoría. "Mi admiración por él ha aumentado", dijo. "En este día amargo en el que José Borrell ha renunciado, todos los socialistas tenemos que agradecerle su tarea e ilusión", explicó el dirigente socialista, quien descalificó "el mal gusto y mal estilo" de quienes le han atacado "nada más conocerse su dimisión". El PSOE entiende que el gesto de su ex presidenciable "pone en evidencia" el comportamiento del presidente del Gobierno, José María Aznar. Almunia recalcó que Aznar "ha mirado para otro lado cuando algunos de sus más directos colaboradores han sido condenados". Del ministro portavoz, Josep Piqué, Almunia cuestionó "sus actitudes y talantes" por no tener "lección que aprender ni ejemplo que tomar cuando Borrell no está acusado ni ha cometido ningún acto irregular". Almunia le afeó su comportamiento fiscal a Piqué y también se refirió a la cabeza de lista conservadora al Parlamento Europeo, la ex ministra de Agricultura, Loyola de Palacio: "Sus colaboradores se han lucrado por subvenciones agrarias que ellos mismos gestionaban", aseguró. Almunia añadió a esta lista de reproches al ministro de Fomento, Rafael Arias-Salgado, de quien dijo: "Además de mal gestor -un desastre- es un mal contribuyente". Los socialistas se han propuesto parar las polémicas internas y los debates sobre nombres: "No vamos a tomar ninguna decisión sobre el futuro candidato del PSOE hasta después de las elecciones", reiteró en varias ocasiones Almunia, quien descartó hablar de sí mismo como posible candidato. "El comité federal tomará una decisión tras las elecciones", reseñó. Almunia consideró positivo el efecto interno y público de las primarias y aseguró que los "primeros desajustes de los primeros meses" entre ambos se habían superado. En su opinión, actualmente existía una colaboración leal, una "identidad de puntos de vista" y un pleno apoyo del partido al hasta ayer líder público. "Las expresiones de solidaridad y lealtad han chocado con su convicción", asumió. Desliz "Todo el PSOE ha trabajado totalmente para que Borrell ganara las elecciones", agregó. No obstante, Almunia admitió un error reciente suyo: "Cometí un desliz por la coletilla de razones de fuerza mayor que incluí en la declaración del lunes". "En política se sufre", confesó Almunia, quien añadió que "hay unos pocos golfos que acuden a la política para obtener rendimientos económicos y hay que echarlos". Asimismo, admitió que "es posible que quede alguna persona que haya cometido irregularidades" entre personas que colaboraron con el PSOE y aseguró: "Hago todo lo posible para descubrir al último colaborador que las haya efectuado, amparado en la siglas y en la confianza enorme de los millones de españoles".

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