Existir, existen
El informe Raxen denuncia la extensión de un fenómeno de violencia urbana que castiga a los más pequeños: "Se detecta un incremento de agresiones en los entornos escolares; en las salidas y puertas de algunos centros escolares de primaria y secundaria se han observado grupos que agreden y roban a un alumno/a constituyendo un nuevo fenómeno de matonismo urbano. Los casos más significativos han sido los del instituto Celestino Mutis, en Villaverde, y el asalto al colegio de la Natividad del distrito de Salamanca por un grupo de la zona de Simancas". El estudio no presenta propuestas, pero cita las recomendaciones de una denominada Liga Antidifamación, que propugna que haya "una red de policía paralela a los skins que efectúe seguimiento internacional, que transmita sus planes para neutralizar sus actividades, sobre todo en materia de festivales musicales o partidos de fútbol; examinar la música y las compañías de grabación que producen esta música para determinar si se respetan las leyes antirracistas; muchos skins están cambiando de apariencia para pasar inadvertidos ante la policía y se necesitan planes más inteligentes y efectivos que antes para conocer objetivos clandestinos, tramas y proyectos terroristas".El informe critica la pasividad de la Administración ante este fenómeno: "En España, los crímenes de la dominicana Lucrecia Pérez, el marroquí Hassán Al Yaki, de los jóvenes Ricardo Rodríguez (Costa Polvoranca), David Martín (Arganda), David González (Moncloa), Guillén Agulló (Valencia)... y Aitor Zabaleta, junto a varios miles de agresiones realizadas en todo el país durante los años noventa, tienen su origen en los grupos skin presentes en nuestras ciudades pese a la obstinación de las instituciones en negar su existencia".
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