Destituido por fresco
La dirección de Convergència Democràtica de Catalunya le forzó a dejar su militancia y la alcaldía de Sant Julià de Ramis (Girona), hace más de dos meses, lamentando su escaso juicio por lanzar su carrera política por la borda al desviar para su uso particular tres vetustos aparatos de aire acondicionado de propiedad municipal.Sin embargo, Sebastià Corominas, de 45 años, arquitecto técnico, quien al principio admitió su fallo, disfrazó después su alcaldada como "un error administrativo" y ahora vuelve a la carga al frente de una lista independiente.
Corominas, que los instaló en su casa y en el Amonal, un bar que regenta, mantiene que se autoalquiló los acondicionadores a cambio de 75.000 pesetas y que su acción redundó, pues, en beneficio del pueblo, pero no convenció ni a su partido.
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