El PSOE afirma que el PP "carece de autoridad política" para criticar la labor de Monteseirín

Las aspiraciones del socialista Alfredo Sánchez Monteseirín para ocupar la alcaldía de Sevilla recibieron ayer el respaldo público de la bailaora Cristina Hoyos, que cierra la candidatura municipal del PSOE en el puesto 33. Un lugar simbólico que, según la coreógrafa, sólo trata de mostrar su apoyo. El PSOE propone una concejalía de la mujer y, como novedad, una Defensora de la Igualdad en los municipios. El vicepresidente de la Diputación, Manuel Copete, desautorizólas críticas del PP a la gestión de Monteseirín al frente de la Diputación, alegando que los populares "carecen de autoridad política".

La bailaora Cristina Hoyos, que figura en el puesto 33 de la lista socialista al Ayuntamiento de Sevilla, arropó ayer la presentación de la carta de la mujer en la ciudad, redactada por el PSOE, a modo de compromiso electoral para contribuir a la igualdad de oportunidades en los municipios españoles. La coreógrafa explicó que había aceptado incorporarse a la candidatura, que encabeza Alfredo Sánchez Monteseirín, como un gesto de apoyo. "Sevilla está muy estancada, y creo que debería mejorar y progresar", comentó ayer. Entre las medidas incluidas en la carta de la mujer del PSOE, figura la creación de una Defensora de la Igualdad como una de las propuestas más novedosas. Además de enumerar todas las actuaciones que tendrían en cuenta "la perspectiva de género", Sánchez Monteseirín criticó la actual política del gobierno municipal que, en su opinión, "no tiene en cuenta las necesidades específicas de la mujer". "Hay un modelo de ciudad, con la alcaldesa al frente, en el que ellas deben dedicarse a sus labores y ellos al trabajo", agregó. Esto demuestra, a su juicio, que se puede "ser mujer y machista". La carta socialista contempla, igualmente, la elaboración y aplicación de un plan municipal de erradicación de la violencia, que sufren las mujeres. El candidato socialista hilvanó esta medida con la situación de la seguridad ciudadana en Sevilla, deteriorada en los últimos tiempos, a su juicio. "Probablemente ha disminuido la inseguridad en barrios privilegiados y ha aumentado en los periféricos, lo que prueba que ha habido una actuación discriminatoria en la lucha contra la inseguridad", explicó. Las medidas socialistas, en materia de defensa de la igualdad de oportunidades, abarcan distintos frentes e incluyen la creación de una concejalía y un consejo de la mujer. Reacción socialista El vicepresidente de la Diputación de Sevilla, Manuel Copete, salió ayer en defensa de Monteseirín, tras las duras crítcas vertidas por los dirigentes provinciales del Partido Popular. "El PP no tiene autoridad política para criticar la gestión socialista de la Diputación de Sevilla", afirmó Copete, quien sacó a colación varias organismos provinciales gobernados por los conservadores que, siempre según el vicepresidente de la Diputación, "son un ejemplo de corrupción y un desastre en política de personal e inversiones como el caciquismo de Fraga en Galicia, el amiguismo de Berbel en Granada o las ilegalidades de Zamora". Copete afirmó que el PP "seha lanzado a la caza de Monteseirín" desde que este anunciara su candidatura a la alcaldía de Sevilla. "Proclamaron una campaña limpia y luego cargan con un planteamiento político desesperado", agregó. El portavoz del grupo socialista, Luis Navarrete, declaró que las críticas de los populares son poco rigurosas, "basadas en las informaciones tergiversadas que llegan a los medios de comunicación, y a uno muy especialmente". Navarrete dijo que la encuesta realizada por Arthur Andersen cuyos resultados suspendían la gestión de la Diputación, principal argumento utilizado por los populares, se hizo en 1996, antes de que se empezara a ejecutar el primer presupuestos, y que "lógicamente los alcaldes siempre responden a estas encuestas que los servicios son insuficientes para obtener más mejoras". Navarrete hizo balance de la gestión del organismo provincial donde destacó que los gastos corrientes habían descendido del 57,8 al 47,5%, los gastos financieros se han reducido un 38,6%, las inversiones han aumentado un 56% y las operaciones de capital se incrementaron del 41 al 53%.