El cine europeo y el asiático reinarán en Cannes

El último festival de Cannes del siglo se abre hoy con la película del ruso Nikita Mijalkov El barbero de Siberia y se cierra, dentro de 12 días, con la británica Un marido ideal, una adaptación de Oscar Wilde dirigida por Oliver Parker y protagonizada por Cate Blanchet, Rupert Everett y Julianne Moore, tres intérpretes cuya presencia es esperada en Cannes.

Desde hoy, y hasta el 23 de mayo, habrá tiempo para todo o casi todo, aunque siempre bajo el manto protector de la pequeña pantalla gala. El chino Chen Kaige (sobre el papel, este festival será el más asiático de la historia, con películas de China Popular, Taiwan, Irán, Japón o Hong Kong) cuenta la historia del primer emperador de su país, El emperador y el asesino, gracias a Canal Plus Francia, circunstancia que se repite en el caso de dos americanos, David Lynch y Jim Jarmusch, que presentarán, respectivamente, sus filmes The straight story y Ghost dog, la ruta del samuray. El primer título cuenta con Sissy Spacek y Harry Dean Stanton como protagonistas de una road movie especial, mientras que el segundo confía en Forest Whitaker.

ARTE, la cadena cultural franco-alemana, también tiene dos filmes en competición: el del ruso Alexandr Sokurov, que se ha atrevido a contar la tempestuosa relación entre Hitler y Eva Braun, y el del francés Bruno Dumont, que toma como héroe a un joven policía solitario y sensible en L'humanité, una cinta que "evita la belleza porque no es la expresión de la verdad", según el cineasta. La cadena privada TF-1 ha invertido en el británico Peter Greenaway para que cuente un episodio de la vida de otro británico que, instalado en Kioto, decide reanimar a su anciano padre a base de dosis de Fellini y de feminidad.

Otras televisiones, de manera más discreta, también están detrás de la gran mayoría de cintas que lucharán por la Palma de Oro. Pola X, de Leos Carax, un cineasta que lleva ocho años de silencio, figura entre las más esperadas, y ya hay quien define el filme como el summum de la pretenciosidad, mientras para otros es la culminación de un espíritu poético. Catherine Deneuve interviene como madre de Guillaume Depardieu, y se convierte en Odette de Crécy en Le temps retrouvée, la adaptación que Raúl Ruiz ha hecho de Proust, en la que Marcello Mazarella da vida al propio Proust, John Malkovich es el barón de Charlus y la hija de Swan, Gilberte, es Emmanueile Béart.

Sean Connery acudirá a la Croisette para acompañar el estreno de Entrapment, una cinta fuera de concurso de Jon Amiel en la que se juega con el robo perfecto. Michael Winterbottom intenta en Wondenland escribir un Chéjov de fin de siglo XX y el estadounidense Steven Soderbergh propondrá la historia de un ex delincuente salido de la cárcel —Terence Stamp— que anda por Los Ángeles con la intención de vengar a su hija. Peter Fonda y Ann Margret le acompañan en su agitado paseo.

Pedro Almodóvar y Arturo Ripstein se ocuparán de que en el búnker de Cannes se hable en español. El manchego, junto con Penélope Cruz, Cecilia Roth y Marisa Paredes, quiere contarle a me dio mundo Todo sobre mi madre, mientras que el mexicano firma su vigesimoquinto largometraje adaptando al García Márquez de El coronel no tiene quien le escriba.

Werner Herzog evocará a Klaus Kinski, actor con el que trabajó en varias ocasiones, en un documental que no sólo recuerda las cinco veces que trabajaron jun tos, sino también la personalidad del extravagante intérprete. Atom Egoyan reincide en la adaptación de Russell Banks, al tiempo en que por primera vez abandona Canadá para instalarse en Gran Bretaña y descubrir a Bob Hoskins en El viaje de Felicia.

Welles, comunista

¿Era Orson Welles comunista? Esa pregunta debió formularse Tim Robbins cuando se dispuso a llevar a la pantalla la que puede ser una de las buenas sorpresas de Cannes 99: The cradle Will Rock, un episodio de juventud del autor de Ciudadano Kane. Los actores son Susan Sarandon, John Cusack y Emily Watson.

El chino-belga Yu Likwai mostrará los bajos fondos de Hong Kong en Love will tear us apant, mientras que el japonés Kitano hablará de nuevo del romanticismo de los asesinos a sueldo en El verano de Kikujiro. El. italiano Marco Bellochio adapta de nuevo a Pirandello en La Balia, mientras Ron Howard busca en Cannes un éxito critico que compense la mala carrera comercial estadounidense de En directo en Ed TV. Otro americano, el ex independiente John Sayles, habla de pescadores traumatizados en Limbo, mientras que Kevin Smith prefiere que el trauma lo arrastren dos ángeles traidores —Matt Damon y Ben Affleck— que se topan con la temible Linda Fiorentino en Dogma. Los hermanos belgas Dardenne, con su cine social, y el veteranísimo portugués Oliveira cerrarán la sección oficial del último festival de Cannes del siglo.