Rugova quiere que Kosovo sea "independiente", como Croacia

El líder moderado kosovar, Ibrahim Rugova, declaró ayer, tras una noche de plegaria con la Comunidad de San Egidio, que Kosovo debe ser "independiente, como los otros Estados de la región, como Croacia o Macedonia". Poco antes, tras su encuentro con el papa Juan Pablo II en el Vaticano, había insistido en que es necesario, "en primer lugar", que Belgrado acepte la presencia de una fuerza internacional en Kosovo que incluya fuerzas de la OTAN, de Rusia y de otros países.

"Le pido a esta gente", dijo Rugova en francés, refiriéndose a las autoridades de Belgrado, "que no se enfrenten al mundo, que acepten la salvación de Kosovo, de Serbia y dela región".El presidente de la Liga Democrática de Kosovo fue recibido por Juan Pablo II un día antes de lo previsto por la diplomacia vaticana. Según explicó tras la reunión el portavoz de la Santa Sede, Joaquín Navarro Valls, Rugova había pedido ser recibido por el Papa y éste quiso verlo inmediatamente después de regresar de Rumania, el domingo por la noche. La entrevista duró una media hora.

"He aprovechado la ocasión", dijo después Rugova, "para informarle de la situación. Kosovo hoy está muerto, Pristina es una ciudad fantasma". Rugova volvió a dar las gracias a la comunidad internacional por la ayuda proporcionada a los albanokosovares y se mostró de acuerdo con la posición mantenida por la Santa Sede sobre el conflicto. Sin embargo, el Papa no ha dejado de pedir en todos sus llamamientos en favor de la paz tanto el fin de la limpieza étnica, como el cese de los bombardeos de la OTAN.

Rugova, de 55 años, fue acompañado a la audiencia papal por su familia (sus tres hijos, su nuera y un sobrino), y por Vincenzo Paglia, miembro del grupo pacifista católico Comunidad de San Egidio, que ha sido un mediador clave a la hora de lograr la salida de Rugova de Yugoslavia, donde ha permanecido hasta el pasado miércoles. El Papa expresó a Rugova su esperanza de que "su contribución y sus esfuerzos para alcanzar en Kosovo una paz justa cuanto antes tengan éxito".

Sobre las condiciones de vida en Pristina y sobre sus dos reuniones con Slobodan Milosevic, recogidos por la televisión, Rugova no quiso dar detalles, ni en la rueda de prensa que del pasado jueves, ni en la de ayer. Rugova aprovechó la audiencia para presentarle a Juan Pablo II a su esposa y a sus cuatro hijos, el menor de unos pocos meses y para fotografiarse con el Pontífice. "Ha sido un enorme placer haber sido recibido por el Papa", dijo el líder albanokosovar a los periodistas.