Movilización vecinal contra la futura Universidad Camilo José Cela

La inmensa mayoría de los vecinos de la urbanización Villafranca del Castillo, en el término municipal de Villanueva de la Cañada (8.000 habitantes), ha expresado su "frontal oposición" a la instalación junto a sus casas de la universidad privada Camilo José Cela, que tiene previsto iniciar su actividad académica en octubre del año 2000. Una encuesta distribuida entre las 450 familias del complejo ha puesto de relieve que el 94% de los vecinos no quiere un campus al lado de su domicilio, frente a un 6% que ve con buenos ojos el alumbramiento de la sexta universidad privada de la región. En las siete pequeñas urbanizaciones de los alrededores el panorama es casi idéntico: los respectivos presidentes de las comunidades vecinales también han estampado su firma contra la puesta en marcha del campus.Esta casi unánime sublevación se cierne sobre la Camilo José Cela como una nueva traba para su nacimiento, que está resultando tortuoso. Hace dos años, este centro, promovido por la institución educativa San Estanislao de Kostka (SEK), intentó echar a andar en Aranjuez, para lo que contaba con el respaldo del consejero de Economía, Luis Blázquez. Sin embargo, su homólogo en Educación, Gustavo Villapalos, frenó a última hora la operación al comprobar que el SEK planeaba impartir sus clases en un centro cultural público, el Isabel de Farnesio.

Desde entonces, los promotores trabajaron denodadamente en el proyecto de Villafranca del Castillo, con el firme propósito de abrir sus puertas durante el curso 1998/99. El Gobierno regional quiso tramitar el expediente por la vía de urgencia, pero en el último momento dio marcha atrás y no aprobó el reconocimiento de la nueva universidad hasta el pasado mes de noviembre, con los votos a favor del PP y el PSOE y en contra de IU.

"Colapso seguro"

Ahora que la Camilo José Cela ha reunido, por fin, los parabienes del Consejo de Universidades y de la Administración, le sale el grano de la oposición vecinal. Un portavoz de los residentes aseguró que la implantación de un centro educativo supondrá "el colapso seguro de los accesos a la urbanización". Y razonó:"No sabemos en qué mente cabe proyectar una universidad con 3.000 alumnos en un núcleo residencial de 1.800 personas. Además, como los futuros alumnos serán de familias con alto poder adquisitivo, la mayoría optará por el coche para ir a la facultad. El caos está asegurado".

Los vecinos también temen que la llegada masiva de universitarios "enturbie el clima de tranquilidad que caracteriza a la zona". El propietario del SEK, Felipe Segovia, ha remitido cartas a los vecinos intentando persuadirles de las ventajas que entraña "contar con un centro cultural" justo al lado de casa. El SEK lleva 25 años como colegio en Villafranca del Castillo y un portavoz dijo que empezará con sólo 500 universitarios.