La fuerza necesaria
La bandera azul de Naciones Unidas abrirá paso a los refugiados albaneses en su regreso a Kosovo, pero su presencia no será suficiente para convencer a los 700.000 desplazados albaneses de que ya pueden volver a casa. Ésa es la opinión de la responsable de ACNUR, la japonesa Sadako Ogata, partidaria de la presencia de una fuerza internacional suficientemente armada como para garantizar la seguridad de los refugiados, evitar cualquier brote de violencia y supervisar la necesaria reconstrucción de la provincia. En una intervención ante el Consejo de Seguridad, Ogata se pronunció en contra del despliegue de una fuerza civil. "Les puedo asegurar que es muy improbable que ni un solo refugiado quiera regresar a Kosovo, a no ser que se retiren las fuerzas serbias y se despliegue una fuerza internacional armada en la provincia para mantener la paz".
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