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Un nigeriano muere, atado y amordazado, a bordo del avión en que era deportado de Austria

Un hombre que había solicitado asilo político en Austria murió, atado y amordazado, mientras era deportado en un avión hacia Bulgaria. Al llegar al aeropuerto de Sofia, Marco O. se había asfixiado. El ciudadano nigeriano, de 25 años, había viajado el pasado sábado custodiado por tres agentes de policía austriacos, los mismos que lo ataron de pies y manos y le taparon la boca con cinta adhesiva porque, según declaraciones del Ministerio del Interior austriaco, el prisionero oponía resistencia. Desde Sofia, el detenido debía continuar viaje a Nigeria.Varias ONG y partidos de la oposición política, el Partido Verde y el Foro Liberal, exigen la dimisión del ministro austriaco del Interior, Karl Schlögl, y del director general de Seguridad Pública, Michael Sika. Éste informó de que había sido inevitable atar y amordazar al detenido para proteger a los demás pasajeros y a todo el avión de la línea búlgara Balkan Air, la única que acepta transportar desde Viena a quienes son deportados contra su voluntad. El ministro del Interior lamentó el hecho y dijo no sentirse "personalmente responsable", dado que no tenía conocimiento de estos métodos de mordaza. Mientras que un caso similar provocó en septiembre del año pasado la dimisión del ministro del Interior de Bélgica, Schlögl prefirió mencionar que también en Alemania y el Reino Unido ocurrieron tragedias comparables, pero sus colegas se mantuvieron en sus cargos.

El Ministerio del Interior comunicó que en un análisis médico realizado antes del viaje no se detectó que Marco O. sufriera ningún problema de salud. Sin embargo, en la autopsia, en la que se constató la muerte por asfixia, reveló que Marco O. padecía de bronquitis crónica. El director general de Seguridad Pública, Michael Sika, minimizó el trágico accidente en una entrevista de radio al decir que el uso de cinta adhesiva como mordaza había sido "quizá una forma poco elegante", y agregó que "quien ha presenciado la fuerte resistencia que oponen algunos deportados suele ser menos crítico que los que no entienden de eso".

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