Muerte, bombas y drogas siembran el terror en las escuelas de Brasil
La muerte de nueve alumnos en lo que va de año, el descubrimiento de bombas, además del tráfico de drogas, atemorizan a niños y adultos en las escuelas de Brasil, en las que la discusión más banal puede ser resuelta a tiros.Seis dólares perdidos en una apuesta y no pagados, celos entre parejas de adolescentes o las rivalidades entre bandas de amigos o de traficantes de drogas han sido motivo de tiroteos y muertes en las escuelas brasileñas en los últimos tres meses.
El último de esos sucesos ocurrió el viernes, cuando un alumno de una escuela situada en un barrio de la periferia de São Paulo fue abatido, en medio de una clase de lengua, por un compañero que le descerrajó 13 tiros con una pistola semiautomática.
Los 13 impactos de bala que recibió Elcio Clenio de Souza, de 18 años, y sembraron el pánico en la escuela se debieron a una discusión sobre una apuesta por un partido de fútbol que el homicida, Wellington Ferreira, no había pagado.
Un estudio de la policía en 788 escuelas de São Paulo, una ciudad con 18 millones de habitantes y los mayores índices de inseguridad del país, reveló que en un 72% de esos centros se han registrado hechos de violencia durante este año.
Pero si es en São Paulo donde han ocurrido los sucesos más graves, por el número de muertes, el problema se repite en distintas escalas en todo el país. Una profesora perdió su mano derecha cuando abrió un sobre bomba que le llegó a la escuela técnica en la que imparte clases en Río. El autor del atentado aún no ha sido descubierto, pero se sospecha que fue algún alumno descontento. Las escuelas del Estado de Minas Gerais, y en especial las de su capital, Belo Horizonte, también han sido sacudidas por la ola de violencia escolar. Desde enero pasado han explosionado nueve bombas caseras en distintas escuelas aunque, afortunadamente, sin víctimas.
Sin horizonte
Según la revista Istoé, investigaciones de varios organismos públicos y privados han determinado que la raíz del problema radica en "la propia violencia de la sociedad y en la falta de perspectivas para la mayoría de los jóvenes brasileños". Un análisis publicado por el diario Folha do Sao Paulo llegó a conclusiones similares, señalando que "la escuela es el espacio en el que hoy descargan la rabia, la frustración y el resentimiento niños y jóvenes". Según el rotativo, "la raíz de todo está en las familias desestructuradas y en la promiscuidad de las calles, que hacen prosperar a las bandas del narcotráfico en medio de la creciente necesidad de consumo de una sociedad cada vez más injusta".
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