El juez deja en libertad bajo tutela a 7 menores por el crimen del mendigo. Varios de los menores detenidos ya han vuelto a clase

El juez ha dejado en libertad bajo la tutela de sus padres a los siete jóvenes menores de edad que habían sido detenidos en relación con la muerte del indigente Alejo Aznar el pasado sábado en Getxo. La medida fue adoptada después de que los adolescentes prestaran declaración y teniendo en cuenta su condición de menores, según informaron medios de la investigación. Los jóvenes, la mayoría de 16 años y naturales de Getxo, aseguraron ante el juez que nunca tuvieron intención de matar al indigente, a quien conocían, sino sólo de darle unas patadas, de acuerdo con la investigación abierta en el Juzgado de Instrucción número 3 de Getxo. "Habían estado bebiendo mucho y seguramente sólo querían hacer el gamberro, pero se les fue la mano", resaltaron agentes de la Ertzainta que intervienen en la investigación. Este cuerpo se ha hecho cargo del caso, junto a la Policía Municipal de la localidad vizcaína, desde que Aznar falleció en el hospital de Cruces presuntamente a consecuencia de la paliza. El miércoles por la mañana fueron arrestados tres jóvenes, tras las pesquisas desarrolladas por agentes locales. El resto, hasta el total de siete, se presentaron después voluntariamente.Otras fuentes de la investigación citadas por la agencia Efe, que eleva a ocho el número de arrestados, cuatro de 17 años y los restantes de 16, "los jóvenes detenidos no son, para nada, delincuentes habituales, pero han cometido una travesura grave, que puede tener consecuencias muy serias, porque penalmente algunos tienen responsabilidad como si de adultos se tratara". Estos medios apuntaron que "quizá si la paliza que le dieron a Alejo se la llegan a dar a otra persona, no habría fallecido, pero este joven se encontraba muy enfermo por la mala vida que había llevado durante los últimos años". "Cuando pegaron a Alejo no pensaron para nada en las consecuencias, por la edad que tienen" y sus padres "están como si se les hubiera caído el mundo encima", apuntaron estas fuentes. En el instituto del barrio de Romo en que estudia la mayor parte de la cuadrilla que presuntamente participó en el apaleamiento el mutismo era total ayer. "No vamos a decir nada porque bastante tenemos con apagar el fuego que hay aquí. Los implicados son menores de edad y hay que tener mucho cuidado", se limitó a decir la jefa de Estudios. Un grupo de estudiantes que estaba a punto de entrar a clase a las tres de la tarde aseguró con monosílabos saber algo del suceso. Tras un rato de insistencia, a uno de los jóvenes se le escapó un "no nos extraña mucho". Las miradas de sus compañeros le impidieron continuar. Los profesores habían alertado a sus alumnos y pedido que no hablaran sobre el homicidio, según reconoció una joven. Algunos de los implicados ya han regresado a las aulas tras su puesta en libertad. Se trata de que vuelvan a la normalidad lo antes posible, según medios de la investigación. La dirección y la asociación de padres del instituto afirmaron ayer en un comunicado que es preciso "reflexionar sobre las actitudes y costumbres de los jóvenes de hoy, asumiendo cada uno la parte de responsabilidad correspondiente". Profesores y padres calificaron el suceso de "pavoroso" y se mostraron asustados "de ver con qué facilidad se mata a alguien indefenso". La pandilla había estado bebiendo como hacía los fines de semana y cuando propinaron la paliza al indigente estaban ebrios, según el testimonio judicial. "Como muchos chicos de su edad", compraron cajas de vino barato y botellas de litro de Coca-Cola, que mezclaron. También parece que bebieron litronas. Vecinos de Romo y asociaciones de jóvenes han convocado para hoy una concentración a las 19.30 y otra mañana a las 13.00 frente a la parroquia junto a la que Aznar fue golpeado.