Sólo el 50% de los pacientes con sida sigue correctamente el tratamiento
La triple terapia (combinación de fármacos) ha provocado en los últimos años un descenso de la morbilidad en pacientes infectados por el VIH y ha conseguido frenar la aparición de enfermades asociadas oportunistas, lo que se ha traducido en un descenso de los ingresos hospitalarios. El problema, según se desprende de un estudio elaborado por el Hospital General de Valencia, es el alto grado de incumplimiento del tratamiento por parte de los afectados. Según explicó ayer el jefe de la Unidad de Enfermedades Infecciosas de este centro, Enrique Ortega, el 50% de los enfermos no sigue correctamente el tratamiento y "acaba fracasando". El elevado número de comprimidos que deben ingerir al día, la propia complejidad del tratamiento y los factores de tipo cultural, psicológico y social, influyen a menudo en la falta de seguimiento de la terapia, lo que provoca un aumento de la carga viral en sangre, el desarrollo de resistencias y la transmisión de cepas de virus resistentes a otras personas que se infectan, debido a la alta capacidad mutante del VIH (retrovirus RNA). Según Ortega, "los pacientes se toman vacaciones de tomar pastillas" y, teniendo en cuenta que el tratamiento antiretroviral exige un grado de cumplimiento superior al 90%, "si el paciente no está concienciado de que va a seguirlo correctamente, vale más que no lo inicie, porque creará resistencias". Según los resultados del estudio, en el que también ha participado la psicóloga Lola Cánoves, el 70% de los infectados sufre problemas psicológicos. Los sentimientos más habituales son el aislamiento y la negación de la enfermedad (17,5%), el estrés (12,5%) y la depresión y el sentimiento de culpa e indefensión (10%). El grado de cumplimiento del tratamiento se averigua mediante entrevistas, informes de la farmacia hospitalaria o detectando en la sangre la cantidad de fármacos, tarea no siempre fácil para los expertos. El perfil óptimo del paciente "cumplidor" se corresponde con una mujer activa, de entre 25 y 35 años, con estudios medios, que vive en familia y comparte su seropositividad; la vía de la transmisión del VIH ha sido sexual y el tiempo de diagnóstico inferior a dos años. Por contra, el menos cumplidor suele ser un varón que vive solo, poco implicado en su proceso de autocuidado, con una drogadicción asociada, y la vía de transmisión suele ser por toxicomanía. Un 32,5% de los enfermos estudiados ocultaba la enfermedad a familiares y amigos por miedo al rechazo.
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