Miles de refugiados albanokosovares duermen a la intemperie en Macedonia

Varios miles de refugiados kosovares -unos 5.000, según fuentes oficiales- cruzaron ayer a Macedonia, unos en tren, otros en autobuses, la mayoría andando, en lo que las autoridades de ese país y los responsables de la ayuda internacional describen como el preludio de una nueva catástrofe humana. Los campamentos de refugiados levantados hasta ahora están saturados, y los kosovares recibidos ayer a Macedonia estaban condenados anoche a dormir a la intemperie, sobre pedazos de plástico, hasta que dispongan de mejores condiciones. En algunos casos se juntaron más de 25 personas en una sola tienda de campaña.

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) advirtió de que las nuevas instalaciones para los desplazados no estarán listas, al menos, hasta mañana. Para entonces, también los nuevos campamentos se verán desbordados si el flujo de refugiados continúa al ritmo actual. Se calcula que en los tres últimos días han entrado en Macedonia unas 10.000 personas. El jefe militar de la OTAN, general Wesley Clarck, calculó ayer que más de 800.000 kosovares están desplazados de sus hogares en el interior de la provincia serbia, la mayor parte de ellos sin acceso a alimentos o atención sanitaria. Muchos están intentando llegar a las fronteras de Albania y Macedonia. El ministro de Exteriores de Macedonia, Alexander Dimitrov, dijo ayer que unos 150.000 kosovares pueden intentar entrar en su país en los próximos días. El conflicto continúa estancado desde el punto de vista militar y diplomático. EE UU no consiguió en sus esfuerzos de ayer incorporar a Rusia a una solución diplomática. Mientras, Clinton aprobó la movilización de 33.000 reservistas y el Congreso norteamericano discute nuevos fondos para la guerra. El Partido Republicano, mayoritario en ambas cámaras estadounidenses, considera insuficientes los 6.000 millones de dólares (900.000 millones de pesetas) solicitados por Clinton y propone que se apruebe un gasto extraordinario de 13.000 millones de dólares, a la vez que acusa al presidente de ejercer un liderazgo vacilante en el conflicto.