La EMT sacará 200 autobuses más a la calle para hacer frente al Día sin Coches

Prohibido sacar el coche mañana. Ésa es la invitación amistosa que las administraciones públicas han lanzado a los 5,2 millones de madrileños con vistas a la jornada Un Día sin Coches, la apuesta por una ciudad más habitable, respirable y con mejores transportes públicos. Para permitir a los conversos su movilidad a lo largo y ancho de la región, la EMT, Metro y Renfe han previsto incrementar sus servicios: si a diario se realizan unos 4,5 millones de movimientos en transporte público, hoy habrá cabida para cerca de 700.000 viajes más.

Es posible vivir sin coche. Todos los grupos políticos con representación regional y municipal intentarán mañana persuadir a sus administrados sobre la veracidad de esta teoría. La convocatoria llega a mes y medio escaso de una cita electoral. La unanimidad, por una vez, es plena en lo que atañe a la defensa reivindicativa del transporte colectivo. La iniciativa comenzó a tomar forma el pasado mes de noviembre en Barcelona, a partir del esfuerzo de la Associació per la Promoció del Transport Públic y de los Amics de la Bici, y el grupo municipal de Izquierda Unida la importó para su puesta en práctica en la capital. Tanto el PP como el PSOE optaron en el último pleno por apoyar la iniciativa, que en Barcelona se ha bautizado con el nombre de Día de la Autorreflexión. La apuesta más decidida por el éxito de la jornada la protagoniza la Empresa Municipal de Transportes (EMT), que sacará a la calle unos 200 autobuses más respecto a los 1.500 o 1.600 que circulan de media cada día. Cercanías de Renfe tendrá funcionando unos 35 trenes por encima de la media de cualquier día laborable, y Metro ampliará la hora punta, tanto por la mañana como por la tarde. Los taxistas, que encarnan la paradoja del vehículo privado que presta un servicio público, confían en que el tráfico sea más fluido y puedan hacer más carreras, más rápidas y más baratas de las habituales.

Oír la radio en el atasco

No se trata de negarle el pan y la sal al automovilista, desde luego, pero sí de moverle a unas pocas horas de reflexión: prescindir del uso cotidiano y sistemático del coche es infinitamente más barato, más limpio y más humano. "Hay que desterrar de una vez por todas esa máxima según la cual los atascos son más agradables cuando uno puede estar escuchando la radio de su automóvil", alertó ayer el gerente de la EMT, Tomás Burgaleta. Y apostilló: "Con un uso más racional del vehículo privado, los atascos, sencillamente, no se producirían". Los grupos ecologistas, principales abanderados en la lucha contra el abuso del coche, se muestran escépticos sobre el resultado de la convocatoria. "La jornada se ha planteado mal. El pasado otoño se realizó una experiencia semejante en París, con resultados bastante buenos, pero en aquel caso el Ministerio de Medio Ambiente llevaba ocho meses sensibilizando a los ciudadanos", señaló Francisco Segura, portavoz de Ecologistas en Acción. Segura se mostró preocupado ante la posibilidad de que la iniciativa llegue a resultar "contraproducente": "Si los resultados no son suficientemente llamativos, la gente se sentirá escaldada de cara a una eventual segunda convocatoria. Y lo cierto es que el Ayuntamiento de Madrid se esfuerza, 364 días al año, en favorecer con sus túneles el uso del transporte privado".

Tampoco se mostró en exceso optimista sobre el éxito del Día sin Coches el portavoz de la Federación Profesional del Taxi, Francisco Marchante. "No nos lo terminamos de creer, la verdad. Los madrileños nos hemos acostumbrado de tal manera al automóvil que prescindiríamos antes de la familia que de él", murmuró. Cada uno de los 12.500 taxistas que circulan a diario por Madrid completan entre 22 y 30 carreras, lo que hace un total de 325.000 diarias. En el sector se confía en mejorar mañana esta cifra entre un 5% y un 10%.

Los desplazamientos diarios en transporte público suman en Madrid unos cuatro millones: 1,7 millones en la EMT, 1,6 en el metro y casi 700.000 en cercanías. A ellos hay que sumar varios cientos de miles de viajes en autobuses interurbanos, mucho más difíciles de contabilizar por la multitud de empresas que operan en este sector. Mañana, la capacidad del transporte público aumentará en casi un 20%.