La masiva abstención en el referéndum debilita la "revolución" de Chávez

La altísima abstención (60,9%) registrada en el referéndum que el domingo aprobó la Asamblea Constituyente reclamada por el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, para transformar el Estado animó a una oposición hasta ahora contra las cuerdas y restó fuerza a los proyectos revolucionarios del jefe del Estado, porque las dos terceras partes de sus compatriotas ignoraron su convocatoria a crear la Asamblea encargada de modificar los fundamentos de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial.

Aunque en cifras absolutas Chávez conserva el número de votos que el 6 de diciembre le llevó a la presidencia, pierden potencia sus invocaciones a la legitimidad, su proclamada condición de depositario de la voluntad popular, empleadas para descalificar al Congreso y a la Corte Suprema de Justicia. "Me siento triunfador con el pueblo venezolano", declaró el teniente coronel que el 4 de febrero de 1992 sublevó varios regimientos contra el Gobierno de Carlos Andrés Pérez y que luego barrió a los partidos tradicionales en los comicios del pasado diciembre. "Me siento como un triunfador: va la Asamblea Constituyente y ése era nuestro objetivo". Sólo el 39,1% de los venezolanos con derecho a sufragio lo ejerció, y la abstención, por tanto, alcanzó el 60,9%, según el recuento encomendado -como en las presidenciales- a la empresa española Indra. El 92% de quienes votaron lo hicieron a favor de crear una plataforma que cambie las estructuras del Estado. En junio habrá elecciones a diputados constituyentes, con nombres y apellidos, sin listas de partido, y se pretende que la Asamblea abra las sesiones a primeros de julio.

Las discrepancias son frontales: Chávez, confiado en ganar la mayoría de escaños, quiere una Constituyente plenipotenciaria, capaz de disolver el Congreso y la Corte Suprema. La oposición y la judicatura limitan los poderes constituyentes.

Chávez tampoco quiso esperar más para otorgarse, mediante la Ley Habilitante, poderes especiales para gobernar por decreto (sin el refrendo del legislativo) los siguientes seis meses en cuestiones económicas y administrativas. Así lo aprobó el Consejo de Ministros de ayer con un primera decisión: aumento del 20% de los salarios de los funcionarios. Las medidas que vendrán a partir de ahora serán de tipo fiscal.

El presidente venezolano no ha podido sumar más apoyos sociales a su programa: quienes le votaron en las presidenciales prácticamente repitieron en el referéndum del domingo, y el resto permanece hostil o indiferente. "La alta abstención genera la ilegitimidad sustantiva de la consulta", denunció el historiador y analista Jorge Olavarría, que fue colaborador de Chávez. El Ejecutivo sostiene lo contrario: independientemente de los porcentajes, la consulta fue legal y legitimadora. El comandante no las tenía todas consigo: su programa de gobierno establecía que el referendum sólo sería válido si votaba más del 50%. Determinado por el Gobierno, el Consejo Nacional Electoral dictó después que sería válido si los votos afirmativos superaban a los negativos.