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Estados Unidos advierte a Europa sobre el peligro de una crisis del comercio mundial

Los miembros del G-7 —los siete países más ricos del mundo— recibieron ayer el mensaje de alerta de Estados Unidos, que enfatizó la necesidad de "evitar que la crisis financiera de 1998 se convierta en una crisis del comercio mundial en 1999". También discutieron un plan propuesto por ese país para reforzar el control del sistema financiero mundial. Este plan pretende reforzar el papel del FMI, creando líneas de crédito para los países con políticas económicas sólidas y que no se desvíen de las directrices que marca el organismo, y controlando los riesgos de los bancos de los países desarrollados.

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Los dirigentes estadounidenses, con el secretario del Tesoro, Robert Rubin, a la cabeza, han preparado concienzudamente esta reunión con sus colegas de Japón, Alemania, Francia, Italia, Reino Unido y Canadá. Si primero fue Rubin el que adelantó la pasada semana sus planes para avanzar en el diseño de lo que se ha dado en llamar "la nueva arquitectura financiera", ayer mismo se sumaron su adjunto, Larry Summers, y el hombre fuerte del FMI y mano derecha de su director gerente, Stanley Fischer.

Summers repitió el mensaje estrella de la Administración de Bill Clinton, en lo que se refiere a la economía internacional, sobre la necesidad de que los socios europeos y japoneses reactiven sus economías. Según Summers, la economía mundial se estrellará si intenta volar con un solo motor, "el de la economía norteamericana [por estadounidense]".

Riesgo de recesión

Según Summers, aunque la situación general ha mejorado respecto a hace seis meses, el mayor riesgo no es el de la inflación, sino el de la recesión. Summers advirtió de que la tarea ahora es evitar "que la crisis del sistema financiero que se produjo en 1998 se convierta en una crisis del comercio mundial en 1999". Una nada velada referencia a las crecientes tensiones comerciales que se están registrando entre Estados Unidos y Europa, que se apoya en el hecho de que el pasado año el comercio mundial de creció por primera vez en muchos años.

Fischer, el adjunto al gerente del FMI, Michel Camdessus, se sumó al coro de agoreros al dar por seguro que "inevitablemente" algunos países no podrán hacer frente a sus deudas en eurodólares. Tras este diagnóstico apostó por que este tipo de problemas se resuelva consensuadamente entre acreedores y deudores: "Si la suspensión de los pagos se produce, lo mejor seria reprogramar los pagos de una forma voluntaria".

La propuesta de negociar, aun a pesar de que algún país no haya hecho frente a sus pagos, comenzó a fraguarse el otoño pasado, en plena crisis financiera, y se convirtió en un proyecto firme cuando Rubin la consideró la semana pasada una de las piezas fundamentales de su nuevo plan. Tanto por el hecho de no cerrar la puerta a los países en crisis como por el hecho de que en la práctica redefine la intervención del FMI en momentos de crisis.

Esto porque, en lugar de preparar un multimillonario plan de rescate, como ha sucedido hasta ahora, conlleva dejar gran parte de la responsabilidad a espaldas de los acreedores privados, que han salido indemnes.

Tal vez por ello, el G-7 quiere que se aplique una vuelta de tuerca a las exigencias para conceder créditos. Desde ese punto de vista, el G-7 aprobó que el FMI cree una línea de crédito —"de contingencia", según la institución— para ayudar antes de las crisis a los países en desarrollo y con dificultades, pero que cumplen con las normas de la ortodoxia económica.

Con este mayor control, Brasil no habría recibido las ayudas comprometidas el año pasado y México no podría beneficiarse ahora.

Los ministros de Finanzas discutieron también sobre el sistema para conocer el riesgo interbancario internacional de las grandes instituciones financieras.

[En el ámbito monetario, el Grupo de los siete países más ricos ha mostrado en los debates una cierta preocupación por la debilidad del euro frente a las otras divisas de referencia en el mercado mundial, el yen y el dólar estadounidense, aunque no se han planteado medidas concretas para equiparar la fortaleza de las tres monedas, informa Efe].

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