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Mayor reconoce que ETA siguió hasta hace pocas semanas al conde de Siruela y que la policía le informó

El ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, confirmó ayer que Jacobo Fitz-James Stuart, conde de Siruela e hijo de la duquesa de Alba, fue seguido por la banda terrorista ETA después del anuncio de la tregua, tal y como publicaba ayer el diario La Razón. El ministro afirmó que ese seguimiento continuó hasta hace unas semanas, y aseguró que la Secretaría de Estado de Seguridad informó al conde de Siruela de que su nombre aparecía en los documentos incautados a ETA. En la información de La Razón se decía además que ETA pretendía secuestrarlo después de las elecciones del 13 de junio. Mayor señaló que no podía confirmar ese extremo. "No puedo apuntar en modo alguno los objetivos y proyectos de ETA en este sentido", dijo. El secretario de Estado de Seguridad, Ricardo Martí Fluxà, reconoció que "la posibilidad más certera" es la de un secuestro. Añadió que en los documentos sobre el conde de Siruela requisados a miembros de la banda terrorista se encontraron datos sobre las costumbres, las horas de entrada y salida, y el lugar de trabajo del aristócrata y editor. Según Martí Fluxà, en la misma operación se encontraron datos de un "número enorme" de empresarios, aunque afirmó que se trata de "una serie de recortes sin importancia".

El secretario de Estado de Seguridad señaló que, después de descubrir esos documentos, Fitz-James Stuart obtuvo la protección del Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia Civil.

Mayor, al hablar sobre el caso de este aristócrata, interpretó que estos hechos confirman que ETA "sigue engrasando su organización, porque probablemente todavía no ha tomado la decisión definitiva" de abandonar las armas.

Dicho diario publicó ayer, citando "fuentes antiterroristas", que varios miembros del comando Madrid llegaron a fotografiar al hijo de la duquesa de Alba y lo siguieron durante febrero y marzo. Según el diario, la información sobre el conde apareció en el garaje que la banda terrorista tenía en la localidad de Boucau (País Vasco francés), y que fue registrado durante una operación de la policía francesa el 9 de abril de este año. Según las mencionadas fuentes, la banda no pretendía secuestrarlo hasta después de las elecciones, pese a que poseía todos los datos para hacerlo.

En la información se asegura que con ese secuestro, la banda terrorista hubiera podido conseguir una fuerte cantidad de dinero, dada la fortuna de la familia, además de una gran publicidad.

No es la primera vez que aparecen en manos de ETA informaciones sobre la Casa de Alba. En noviembre de 1987, el terrorista José Antonio López Ruiz, Kubati, dijo a la Guardia Civil, tras ser detenido en Tolosa, que pretendían secuestrar a la duquesa de Alba aprovechando alguna de sus estancias en San Sebastián.

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