Bombas de fragmentación
En EL PAÍS del 9 de abril, bajo un titular naturalmente agresivo contra los serbios y una fotografía tendenciosa y surrealista, aparece un dibujo en el que se representan las maravillosas ventajas de las "bombas de fragmentación" que se están arrojando estos días, también contra los serbios, y con más contundencia, al parecer, que los titulares y las fotografías. Al lado del dibujo, como si fuera un anuncio de armamento para animar a posibles compradores, y aunque no se indica el nombre del siniestro y monstruoso fabricante, se dice lo siguiente: "Y eso no es todo. Entre un 5% y un 30% de los aproximadamente 150 explosivos que libera cada bomba falla y no llega a explotar. Pero no se pierden: se quedan sobre el terreno a la espera de que alguien, hombre o vehículo, los pise. La utilización de las bombas de fragmentación se convierte así en un método alternativo al de sembrar minas, con resultados similares, y sin incurrir en la polémica que ha llevado a la prohibición mundial de estos artefactos". Me pregunto en qué paquete de ayuda humanitaria colocarán este invento los antigenocidas líderes de la justicia y la democracia. ¿Con qué sutiles argumentos retorcerán y manipularán sus ya fragmentados cerebros para salir humanitariamente airosos?-
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