Cáceres exhibe una plaza de toros dibujada por Picasso
Un pintor, Pablo Picasso; un torero, Luis Miguel Dominguín, y un arquitecto, Antonio Bonet, concibieron a principios de los años sesenta una impresionante plaza de toros cubierta, a modo de antiguo circo romano, para ser construida en la madrileña Casa de Campo. El proyecto de ese coso taurino se presenta por primera vez al público en la exposición Homenaje al torero, que se exhibe en el Museo de Cáceres.
"De haberse materializado esa plaza, podría haber sido en lo plástico, taurino y arquitectónico como el Guggenheim", afirma la conservadora del museo y comisaria de la muestra, Rosa Perales. La exposición permite además contemplar también por primera vez grabados, collages, dibujos y cerámicas que pertenecen a diversas colecciones particulares, entre ellas las de la familia Dominguín-Bosé, muy relacionada con el pintor.
Hay que remontarse a finales de los años cincuenta para encontrar el embrión del proyecto, fruto de la amistad que mantienen Picasso, instalado en La California, y el torero Luis Miguel Dominguín. Recuerda Rosa Perales que en 1958 Dominguín, acompañado de Lucía Bosé, acude a Vauvenargues, y posiblemente ése es el momento en que plantean la posibilidad de construir en el entorno del castillo comprado por el pintor la plaza de toros.
Las conversaciones e intercambios de ideas sobre el proyecto de la plaza de toros entre Picasso y Luis Miguel Dominguín toman un nuevo giro con la aparición del arquitecto catalán Antonio Bonet Castellana. Bonet tenía fijada su residencia en Buenos Aires y pasaba sus vacaciones estivales en el sur de Francia. La relación con Picasso se remontaba a 1937, durante la construcción y decoración del pabellón español de la Exposición Internacional de París.
Rosa Perales recuerda que Luis Miguel Dominguín convence a Picasso para presentar este proyecto a Franco y poder realizarlo en la Casa de Campo de Madrid, pero nunca se llegó a construir.
