Una Alianza de Europa
El 50º aniversario de la OTAN llega en plena operación en Kosovo y ante la cumbre de Washington, en la que debe establecerse el nuevo concepto estratégico, o sea, qué va a ser la OTAN en el futuro. Naturalmente, la actual misión de la OTAN, con sus apoyos y con sus críticas, con sus aciertos y sus errores, aportará, sin duda, elementos importantes que pesarán en la nueva definición de la Alianza Atlántica. En Europa, el apoyo a la acción de la OTAN es claro (los 17 países de la OTAN, los 15 de la UE y muchos más que no pertenecen a estas instituciones), en la convicción de que dicha acción debe completarse hasta que tengamos la seguridad de que ésta es la última guerra en los Balcanes y de que Milosevic no nos proporcionará nuevas crisis en Montenegro, en Macedonia, en Albania o en Vojvodina. Hay que eliminar este peligro. Sólo estableciendo una paz definitiva en la zona quedará plenamente justificada la acción de la OTAN.
Con estas convicciones y con estas angustias, veamos qué esperamos de la nueva OTAN. Teniendo en cuenta que:
- Aparte de las consideraciones históricas, la OTAN existe porque 19 gobiernos lo quieren. Y otros 10 desean integrarse. Su existencia y su continuidad vienen avaladas por una aplastante mayoría de europeos que libremente lo expresan así a través de los gobiernos. Hay voces discrepantes, ciertamente, a las que cabría agradecer que aceptaran democráticamente esta realidad. La OTAN es una institución deseada por los europeos.
- La OTAN no es Estados Unidos, y se acabó. Éste es un clamoroso error de apreciación. En la OTAN hay 19 votos. No habría operación de la OTAN sin la voluntad europea. Con sólo algún país europeo en contra, la OTAN no habría actuado. No sean ingenuos los antiamericanos de principios y no eximan a los europeos de su responsabilidad. La OTAN, sin los europeos, no existe. Estados Unidos, como gran potencia, sin duda, sí; pero la OTAN, no.
Otra cosa es la influencia americana, o la dependencia defensiva de Europa con respecto a Estados Unidos, que existe ciertamente. Pero de nuevo, no se equivoquen, la responsabilidad fundamental es europea. Los europeos, durante años, se abandonaron a las garantías de seguridad de Estados Unidos. Desde 1945 hasta hoy. Europa ha limitado sus inversiones en defensa durante décadas, contando con el paraguas estadounidense. Y ahora en Kosovo hay treinta satélites americanos y uno europeo. Ésta es la realidad. Guste o no guste, es el resultado de la voluntad mayoritaria en Europa. Que nadie se llame a engaño con la ilusión de una imposición imperialista: los europeos lo hemos querido así, lo hemos pedido y lo hemos aplaudido. Nadie nos ha impuesto nada.
¿Y ante el futuro? Creo que hay señales evidentes de que en Europa alguna cosa se mueve. En los últimos años y meses, se ha ido manifestando una creciente voluntad de equilibrar aquella dependencia.
Recientemente, la Asamblea de la UEO ha presentado a los gobiernos de los Estados miembros una propuesta para la cumbre de Washington que me parece que representa básicamente lo que podríamos llamar una visión más europea de la defensa y de la OTAN.
Esta propuesta responde a una concepción multipolar y no unipolar de la geoestrategia mundial, que considera que la OTAN debe seguir siendo una garantía de paz y seguridad en el hemisferio norte, pero que no debe ser un instrumento de la globalización, una especie de gendarme del mundo.
Una OTAN cuyas funciones esenciales son las de la defensa colectiva y la gestión de crisis, pero no otras. Una OTAN que para acciones fuera de su área actúe por principio bajo mandato de Naciones Unidas. Una OTAN que respete la Identidad Europea de Defensa y colabore con ella. Dentro y fuera de la OTAN. Que respete la autonomía de la UEO (que debemos integrar en la UE) cuando los europeos decidan utilizar este instrumento propio de defensa. Una OTAN que ponga a disposición sus medios para operaciones bajo el control político y la dirección estratégica de la UEO/UE.
En fin, una OTAN más equilibrada y no compatible con la idea de hacer de la OTAN simplemente un policía de los asuntos mundiales bajo liderazgo USA, si es que esta intención existe.
¿Es este esquema posible? Sin duda. Es sólo cuestión de voluntad política. La OTAN sólo será lo que acepten los europeos. Se trata simplemente de defender el proyecto. Sin los europeos no hay OTAN, no lo olviden.
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