Una consulta abierta a los adolescentes

La fría mañana de sábado no fue impedimento para que los habitantes de La Latina y Carabanchel Alto acudieran a las urnas. En las afueras de los grandes centros comerciales, en la esquina del mercadillo y en las paradas de autobús y de metro estaban estratégicamente ubicadas las mesas de votación. Imposible no verlas. Pero lo más curioso era observar a los jóvenes votantes. Chavales de 16 y 17 años que se sumaron a la convocatoria y dieron su opinión. "Esto de votar sí que mola", dijeron, entre risas, dos chicas que acudieron a las urnas. Paloma, de 17 años, fue más allá: "Yo sé que han hecho varias manifestaciones, pero mis amigos y yo no hemos ido por pura vaguería. Es mejor votar así. Además, me parece justo pedir el hospital porque en estos barrios la gente lo necesita", dijo. Un portavoz de la coordinadora de vecinos aseguró que incluyeron a jóvenes menores de 18 años en la consulta porque "también sufren el problema como los mayores".

Josefa García y Sebastián Martín, de 68 y 73 años, respectivamente, participaron en el referéndum porque, según ellos, han vivido lo que significa no tener un hospital cerca. "El Clínico está lejos y está saturado. El otro día me rompí el pie y fui al hospital. Me tuvieron en una habitación con tres personas más y fue horrible", contaba Josefa.

Una experiencia similar vivió Juliana Fernández Gómez, coordinadora de una mesa de votación: "Me dio un dolor en la tripa y me fui al Clínico. Ahí me tuvieron esperando toda la noche, y cuando me atendieron, de tanto esperar, ya se me había quitado el dolor. Eso sí, los que trabajan allí no tienen la culpa de que el hospital resulte insuficiente para tantas personas".

Mientras tanto, una que otra discusión surgía espontánea: "Aquí ha habido mucho sinvergüenza que le ha votado al PP. Por eso estamos así", comentó un votante. Y otro agregó: "Es un fraude lo que hace el señor alcalde. Lo que necesitamos es un hospital".