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La cifra de ciudadanos bilingües creció en casi 177.000 personas entre 1991 y 1996. El euskera se recupera en Navarra entre los jóvenes

Maribel Marín Yarza

Las políticas lingüísticas encaminadas a lograr la normalización del euskera han propiciado un avance del idioma en la comunidad autónoma vasca, según se desprende de los datos de la II Encuesta Sociolingüística de Euskal Herria, realizada en 1996. Las cifras arrojan unas cifras halagüeñas en Euskadi: desde 1991 se ha incrementado el número de bilingües y bilingües pasivos en casi 177.000 personas en esta comunidad. Los datos, ofrecidos ayer por la viceconsejera de Política Lingüística, Josune Ariztondo, contrastan con la realidad apreciada en Navarra y el País Vasco francés. El euskera se está perdiendo de forma ininterrumpida en Iparralde, sobre todo, entre los más jóvenes. En la comunidad foral las cifras son más esperanzadoras. La encuesta confirma una leve recuperación del idioma entre los navarros, una vez superada una agónica etapa de estancamiento y pérdida. El estudio, en el que además del Gobierno vasco han participado el Ejecutivo navarro y el Instituto Cultural Vasco de Iparralde, revela que el 58,5% de la población de la comunidad autónoma sólo conoce el castellano. La cifra de los ciudadanos bilingües se sitúa en un 24,7 % del total y un 16, 3 % puede considerarse como bilingüe pasivo: sabe "hablar algo en euskera o lo comprende o lo lee". Sólo el 0,6 % es monolingüe euskaldún. El estudio sobre La continuidad del euskera en Euskal Herria se fundamenta en 6.359 encuestas realizadas a mayores de 15 años en Euskadi, Navarra y País Vasco francés. Si se comparan con el primer informe realizado en 1991 se constata que el número de personas que pueden considerarse bilingües en la comunidad autónoma vasca aumentó hasta 1996 en 37.000 personas, y el de bilingües pasivos, en 140.000, mientras disminuyó el número de personas que sólo conocen el euskera en 8.000 y los monolingües castellanos en 130.000. La recuperación del idioma en Euskadi se percibe sobre todo entre el colectivo más joven, fruto del avance en la normalización en la escuela. Quienes saben este idioma lo utilizan cada vez más en el ámbito familiar, pero lo usan de forma más extendida en sus relaciones laborales o de ocio. En Navarra, la situación varía pero arroja unos datos lo suficientemente positivos para insistir en la lucha por la normalización del euskera. El director de Política Lingüística del Ejecutivo navarro, Fernando Pérez de Viñaspre, destacó que la población de la comunidad foral no conoce el euskera y vive en castellano en el 80,6 % de los casos. Tan sólo un 9,4% de los navarros son bilingües y otro 9,8 %, bilingües pasivos. Pero, según Pérez de Viñaspre, se aprecia una "recuperación entre los más jóvenes", sin duda, cuantitativamente "menor y más tardía" que en Euskadi. El presidente del Instituto Cultural Vasco del País Vasco francés, Erramun Bachoc, no pudo mostrar la misma satisfacción que el representante del Gobierno navarro. Iparralde cuenta con una población más euskaldún que Navarra: el 25,7% de los ciudadanos dominan ambas lenguas (euskera y francés) y el 9,3 son bilingües pasivos, frente al 64,2% de los habitantes, que muestran un desconocimiento absoluto del vasco. Sin embargo, la encuesta, pone de relieve "una pérdida ininterrumpida del euskera que, lejos de atenuarse, se acentúa cada vez más". Bachoc advirtió de que si no se adoptan medidas urgentes para promocionar su uso, no podrá garantizarse "el umbral mínimo para su supervivencia o conservación".

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