Serbia acusa a los aliados de la peor matanza de civiles desde el inicio de la guerra

Cuerpos ensangrentados, gritos de dolor, llantos, coches y tractores destrozados y casas reducidas a escombros eran lo que vieron ayer quienes llegaron a la carretera de Djakovica a Prizren, en Kosovo, a las pocas horas de que el régimen de Slobodan Milosevic denunciara el bombardeo por aviones aliados de dos columnas de refugiados cerca de Mjha, una pequeña aldea próxima a Djakovica, y de Zrze, a escasos kilómetros de la frontera con Albania. El doble ataque, según Belgrado, costó la vida al menos a 70 personas. Para el presidente serbio, Milan Milutinovic, se trató de un acto deliberado de la OTAN. "Los responsables de esta matanza de civiles inocentes responderán ante toda la humanidad", amenazó.

Un periodista de France Presse fue de los primeros en llegar a la zona bombardeada y dijo haber visto una veintena de cadáveres de hombres, mujeres y niños abrasados y descuartizados. Algunos cuerpos estaban decapitados. Las pobres propiedades que llevaban consigo los albanokosovares aparecieron desperdigadas por la zona, entre carros y chatarra de coches y tractores. "Primero oí a los aviones sobrevolar la zona y después, cinco o seis explosiones", dijo una mujer albanesa que perdió a dos familiares en el bombardeo, que se produjo entre las 13.30 y las 14.00 horas.Otro joven contó que se escondió como pudo después de la primera explosión y luego vió cómo "caían bombas del cielo". Un hombre que perdió a también a dos familiares dijo lo que comentaban algunos de los supervivientes: que los bombardeos no podían ser más que obra "de la aviación de la OTAN".

Un fotógrafo de Reuters, acompañado hasta el lugar por funcionarios serbios, tuvo ocasión de tomar imágenes de gente herida de gravedad y de algunos refugiados que vagaban desorientados, buscando a gente y arrastrando míseros atillos.

Dos ataques

"Hubo dos ataques separados. En el pueblo de Zrze, hubo seis muertos y 11 heridos", comunicó un portavoz del Centro de Prensa controlado por los serbios en Pristina, la capital de Kosovo. "En el otro, en Meja, murieron 64 personas y otras 20 resultaron heridas, incluidos tres policías serbios que escoltaban la caravana". Belgrado dijo que los muertos de Meja formaban parte de una caravana de un centenar de coches, tractores y carros en la que volvían a sus casas un millar de albanokosovares.Belgrado aprovechó al instante la gran baza propagandística que le proporcionó el sangriento ataque aliado. Milan Milutinovic, el presidente serbio, declaró a la agencia Tanjug que "bombardear cuatro veces columnas de refugiados no puede ser explicado como si fuera un error. Se ha hecho deliberadamente. La OTAN ha mostrado su rostro más brutal al masacrar a plena luz del sol a los refugiados que volvían a sus casas".

Milutinovic concluyó su ataque con una amenaza: "Los responsables de esta matanza de civiles inocentes, la más atroz perpetrada en Serbia, en Kosovo, responderán ante la humanidad". Informaciones no confirmadas en Belgrado daban cuenta de que los refugiados habían sido obligados a embarcarse en camiones militares de Yugoslavia, pero las fuentes militares se abstuvieron de confirmar este extremo o el de que la caravana fuera precedida por blindados e insistieron en que el convoy estaba compuesto por tractores y carros visibles desde el aire. "Estamos preparando un viaje para que la prensa internacional constate lo que ha ocurrido", dijo un portavoz del Estado Mayor.