El ferrocarril saca ventaja
Un mayor uso del tren ahorraría 205.000 millones anuales en España, según un estudio
En Semana Santa murieron en España 165 personas en accidentes de carretera. Nadie va a devolverles la vida, pero en muchos casos no la habrían perdido si hubieran elegido otro medio de transporte. El tren, por ejemplo, implica menos riesgos, contamina menos, hace menos ruido y genera menos emisiones de efecto invernadero. Estos efectos, que el mercado no traslada a precios, suponen un ahorro anual de 133.860 millones al erario público.Evitar accidentes de carretera, reducir gases tóxicos para la salud y el medio ambiente, disminuir el ruido y las emisiones que agravan el efecto invernadero son variables que señalan al ferrocarril como el mejor medio de transporte, según el estudio realizado por encargo de la Unión Internacional de Ferrocarriles a la universidad alemana de Karslruhe y la consultora suiza Infras en los 15 países de la UE, Noruega y Suiza.
El trabajo, iniciado en 1994 y recientemente actualizado, refleja el debate que los medioambientalistas intentan sacar a la palestra desde hace más de diez años: cómo reflejar y repartir todos los costes de la actividad económica. ¿Por qué un ciudadano de Vigo tiene que pagar la impermeabilización sonora de las viviendas afectadas por el ruido del aeropuerto de Barajas? ¿Por qué un vecino de Badajoz debe asumir la restauración forestal de los bosques del Maestrazgo destruidos por la contaminación de una central térmica cercana?
El gerente de Medio Ambiente de Renfe, Pedro Pérez del Campo, asegura que hay costes sociales que el mercado no interioriza: "No los refleja en los precios ni en las tarifas que pagan los usuarios, y eso es injusto. No le pedimos al viajero que sepa que en la tarifa del autobús, además del coste de la gasolina, la amortización del vehículo y la carretera, van incluidas las inversiones para reducir los gases contaminantes del vehículo. Pero debería saberlo".
De todos los costes inducidos por los distintos medios de transporte, el estudio europeo ha computado cuatro: la siniestralidad, el ruido, las emisiones contaminantes y los gases de efecto invernadero.
Para valorar la siniestralidad se ha tenido en cuenta la pérdida de producción de una persona fallecida, los costes administrativos de la policía, la justicia y el seguro, la prestación sanitaria y los costes de la discapacidad, en caso de minusvalias. Cuando se trata de fallecimientos, el cálculo se ha hecho preguntando a la sociedad cuánto dinero está dispuesta a pagar por evitar la pérdida de una vida humana.
Con arreglo a esos criterios ponderados, una persona fallecida en accidente de transporte (cada año mueren en carretera 57.000 personas y otras 600 en ferrocarril), supone una carga de 143 millones de pesetas y la recuperación de un herido cuesta 5.700.000 pesetas.
La aplicación de medidas para prevenir o reducir las emisiones a la atmósfera cuesta entre las 520.000 y las 780.000 pesetas por cada tonelada de óxido de azufre; la reducción del ruido a 60/65 decibelios en la situación más exigente 137.800 pesetas por persona y sólo 26.000 pesetas si se rebaja a 70/75 decibelios. En el caso de la emisión de gases de efecto invernadero el coste de reducir una tonelada de CO2 se estima en 6.500 pesetas. Pérez del Campo calcula que esas cifras son extremadamente conservadoras.
El uso del ferrocarril como medio de transporte permitiría a España ahorrar 205.495 millones al año, según el estudio europeo. Si a esa cantidad se le descuentan los 71.635 millones que aporta el Estado, el ahorro neto en contaminación y vidas humanas alcanza los 133.860 millones.
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