Diez muertos en un bombardeo aliado que alcanzó un tren de pasajeros

Al menos diez personas murieron cuando uno de los misiles lanzados ayer por la OTAN contra un puente al sur de Belgrado impactó contra varios vagones de un tren de pasajeros que procedía de Macedonia. Portavoces de la OTAN dijeron en Bruselas que el tren no fue en ningún momento blanco del ataque, y que resultó alcanzado por casualidad cuando cruzaba el puente de Grelica justo en el momento en que éste era bombardeado. Las autoridades de Belgrado afirmaron que la cifra final de muertos puede aumentar cuando terminen las operaciones de búsqueda en las aguas del río al que cayeron la mayoría de las víctimas.

El suceso de Grelica no fue el único percance en el que se produjeron muertos civiles en la última jornada de ataques aliados. Otras tres personas fallecieron a bordo de un coche que cruzaba otro puente en las afueras de Pristina (la capital de Kosovo) durante un bombardeo de la Alianza. La OTAN ha lamentado estos incidentes, pero en la reunión de ministros de Exteriores celebrada ayer en Bruselas decidió incrementar los ataques hasta que Milosevic cumpla todas las condiciones que se le han marcado. Los ministros de la Alianza dejaron una puerta abierta a una solución diplomática. Esa solución exigiría la involucración de Rusia y de la ONU en la búsqueda de la paz a cambio de que la fuerza internacional que debería ser desplegada en Kosovo para proteger a los albanokosovares no quede bajo el mando único y exclusivo de la OTAN. Varios ministros de la Alianza admitieron ayer la posibilidad de colocar esa fuerza bajo el paraguas de las Naciones Unidas o de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE). También Belgrado busca el apoyo de Moscú. El Parlamento yugoslavo votó ayer a favor de solicitar la integración de su país en la unión de Rusia y Bielorrusia. En cuanto a las opciones militares, Bill Clinton insistió ayer en que los bombardeos bastarán para doblegar a Milosevic, mientras que el SPD alemán condicionó su apoyo a Gerhard Schröder a un compromiso de que Alemania no envíe fuerzas de tierra a Kosovo.