Un seminario propondrá proyectos para regenerar cuatro áreas industriales en desuso
La fábrica Alfa de Éibar, el Frente Marítimo de Erandio, la cantera de San Josepe en Mondragón y las salinas de Añana, cuatro áreas industriales que han caído en desuso, tendrán proyectos concretos para su recuperación. Vitoria acogerá un seminario en el mes de septiembre que, en tres semanas, trabajará sobre estos cuatro emplazamientos. Los 48 participantes de todo el mundo se distribuirán en cuatro grupos y tratarán de buscar soluciones. El edificio de Alfa, pese a su próximo desalojo, se pretende conservar, con su robusta estructura. De hecho, su demolición sería tremendamente costosa. En Erandio se tratará de encontrar una utilidad a una amplia extensión de antiguas naves. A la cantera de Mondragón, que se verá afectada en parte por la futura autopista Éibar-Vitoria, se le buscará un uso para pabellones industriales. En Salinas, se intentará compaginar el uso productivo y turístico, aprovechando los primeros pasos dados entre los propietarios de las eras al haberse agrupado en una asociación. Varios expertos, entre ellos Maite Apezteguía y los holandeses Claus&Kaan, participarán en el curso. Sus frutos ya han quedado patentes tras la primera edición, celebrada el año pasado, cuando se actuó sobre otros cuatro antiguos pabellones industriales y los proyectos que se derivaron de aquel trabajo se han traducido en ideas concretas. Así, la antigua fábrica de Ajuria, en la localidad alavesa de Araia, se pretende utilizar como centro audiovisual y la acería de Sidenor se perfila como principal opción para alojar una futura estación intermodal en Vitoria.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.