En busca de los preferidos de las musas

La ilusión de todo escritor es ver publicada su obra, que se le reconozca, vivir de ello y hasta ganar dinero. En ese sentido, Madrid es una buen trampolín para los que empiezan. En esta región se convocan decenas de concursos literarios, de relato corto, novela o teatro, tanto para niños como para escritores con obra publicada. Al margen de que las editoriales radicadas en la capital también ofrecen su oportunidad a los escritores sin consagrar, ésta es una muestra (no exhaustiva) de las vías que un aficionado a la escritura puede recorrer en busca de un lugar donde enviar su obra para competir con otros como él.Muchos escritores confiesan que comenzaron a poner una frase detrás de otra cuando no eran más que unos niños. Si éste es el caso, el pequeño o pequeña aspirante a Cervantes puede presentar su relato o su poesía a los concursos que organizan algunas escuelas, o pedir que su colegio lo presente a los que el Ayuntamiento de Madrid convoca cada año a través de sus servicios de Juventud. Son los Certámenes Escolares, que se dividen en tres categorías: de 6 a 8 años, de 9 a 14 y de 14 a 18. Los colegios hacen una selección de los trabajos y remiten tres por categoría. Se valora, sobre todo, que el texto exalte la solidaridad, la amistad y la responsabilidad, o bien que hablen de Madrid y su entorno.

Menos constreñida es la cita que proponen en el colegio Arturo Soria, en el distrito de Ciudad Lineal, que desde hace cuatro cursos convoca El Cuentacuentos, destinado a escolares que escriban en castellano. "Recibimos una vez cuentos desde Italia", recuerda Juan Antonio Morán, bibliotecario de este centro propiedad de una cooperativa de padres. También distinguen tres categorías, según el ciclo en el que estudien los futuros escritores: bachillerato, secundaria y primaria. "Se presentan cerca de 120 entre las tres categorías, y en sus relatos es curioso cómo los más pequeños tienen una cierta obsesión con la muerte, con los accidentes, el miedo a quedar huérfanos", continúa Morán, "mientras que los mayores prefieren tratar temas de actualidad y de solidaridad, hablan de historias de marginados, de ricos y pobres".

Algunos municipios también animan a sus escolares a que transcriban al papel lo que sus fértiles imaginaciones les sugieran. Es el caso de Galapagar o Velilla de San Antonio, con sendos concursos para niños y niñas empadronados en sus términos municipales.

En Galapagar, este año han convocado la primera edición, con selección previa por parte del colegio. "Queremos que los niños se aficionen a la lectura y a la biblioteca, y también a que escriban ellos mismos", explica la concejal de Cultura, Ángela Pérez. Los premiados en este certamen, llamado La Pocilla, como el centro cultural de la localidad, recibirán los parabienes como una más de las celebraciones del próximo 23 de abril, Día del Libro.

Cuentos infantiles

Futuros Torrentes Ballester se forjan también en Velilla de San Antonio, como explica a su vez la concejal del área, Juana Balas. El premio en este caso son vales para comprar material didáctico, y es posible concursar desde los siete años. "Se presentan ellos solos, no a través del colegio; por ahora no participan demasiados, entre 10 y 15 en estos dos años en que lo hemos convocado, pero con los talleres de animación a la lectura que estamos montando esperamos que se apunten cada vez más", manifiesta Balas. "Casi todos recrean cuentos de corte infantil, sin duda influidos por lo que leen", describe la concejal.Muy extensa y participativa es la propuesta de la Casa de América, también para escolares de toda la región y allende el océano, pues también están convocados los niños iberoamericanos, cuyo curso acaba de comenzar. "El cuento lo comienza a narrar, de palabra, uno de los niños de la clase, luego sigue otro, y otro, y todos participan", explica una portavoz de esta institución. Después, el relato se transcribe y es el colegio el encargado de presentar el resultado de la suma de tantas imaginaciones combinadas.Pero los niños crecen y la afición a escribir crece con ellos. Si el joven proyecto de literato ya ha cumplido los 18 años se abren para él múltiples posibilidades a la hora de concursar. Para seguir con el ejemplo de Velilla, aquí también se convoca un concurso para mayores de edad, que en la última de sus 10 ediciones aglutinó los trabajos de casi un centenar de personas que optaban a un premio de 40.000 pesetas.

Pero el plato fuerte para los jóvenes de hasta 30 años que residan en la región es el Premio de Arte Joven que convoca la Consejería de Educación y Cultura, que este año cumplirá su tercera cita. Medio millón de pesetas más la edición de la 2.000 ejemplares de su obra en la editorial Visor, en el caso de novela o poesía, o en La Avispa, prestigiosa editora de teatro, si el escritor prefiere la dramaturgia como vía de expresión, son los premios que esperan a los preferidos por las musas, cuya inspiración les haga destacar entre los centenares de jóvenes que se presentan.

"Sabemos que se es joven con 40 y con 50 años", justifica Lola Ballesteros, coordinadora del programa de Arte Joven, "pero había que poner un límite". Prestigiosos escritores como Francisco Umbral o Soledad Puértolas, entre otros, o poetas de la talla de José Hierro, Ángel González o Luis Antonio de Villena han puesto su granito de arena para juzgar la obra de los participantes en las categorías de novela o poesía, entre otros.

"La mayoría de los que se presentan tienen edad y formación de estudiantes universitarios", continúa Ballesteros, "y el nivel suele ser alto. El primer año, el jurado decidió dejar desierto el premio de poesía, fue una apuesta para que no bajara el nivel del certamen".

También cómic

Jóvenes, y en este caso universitarios matriculados en cualquier universidad de la Comunidad de Madrid, son también los concursantes del certamen que convoca el colegio mayor Isabel de España desde hace 20 años en las modalidades de cuento y poesía, y ocho con la incorporación de los cómics. "Antes convocábamos para todos los universitarios de España, y llegamos a recibir 300 obras para cada modalidad", explica una responsable del centro, "así que lo restringimos a las facultades de Madrid, aunque no importa de dónde venga el estudiante, con tal de que nos escriba en castellano". De esta forma, el año pasado recibieron 80 cuentos y más de un centenar de poesías, que optaban a un primer premio de 40.000 pesetas, con dos finalistas que se llevarían 20.000. "De cómics recibimos algo menos, entre 15 y 20, pero es que es más trabajoso, hay que imaginar la historia y dibujarla", dice esta portavoz. En este centro no se ocupan de la publicación de las obras en una editorial. "Las incluimos en los anuarios del centro, a veces también a los finalistas no premiados, porque ha habido ocasiones en que el nivel era muy bueno y se lo merecían".Después, los escritos viajan en las maletas de las chicas que estudian y viven en este colegio mayor.

La información de los concursos se ha obtenido del libro Guía de Premios y Concursos Literarios de España 1998/1999, Ediciones y Talleres de Escritura Creativa Fuentetaja.