El matemático David Nualart, de la Universidad de Barcelona, obtiene el Premio Iberdrola de Ciencia

Un matemático, el catedrático de Estadística de la Universidad de Barcelona David Nualart Rodón, ha sido el ganador del séptimo Premio Iberdrola de Ciencia y Tecnología 1999, uno de los más importantes que se conceden en España, dotado con 14 millones de pesetas. El fallo fue dado a conocer ayer por un jurado internacional -integrado, entre otros, por tres premios Nobel de Química y de Física- que destacó la trayectoria de Nualart, de 48 años, y en especial sus trabajos en el cálculo de Malliavin y en ecuaciones estocásticas, herramientas matemáticas con aplicaciones en el estudio de los movimientos de la Bolsa, las telecomunicaciones o la aeronáutica. Nualart declaró después que con este premio se reconoce la labor de todo un equipo y destacó que, aunque la investigación matemática no es un área que necesite grandes inversiones, afortunadamente ha tenido bastantes apoyos.La candidatura de Nualart resultó seleccionada por el jurado internacional entre 49 candidatos propuestos. El premiado señaló ayer en Cáceres que el galardón ha sido una sorpresa y que se sentía "impresionado".

Nualart obtuvo la licenciatura en Matemáticas con sólo 21 años y se doctoró a los 24. Sus primeros trabajos se centraron en las "martingalas multiparamétricas" y en las integrales estocásticas. Ha dado la base teórica para soluciones óptimas en una amplia familia de problemas de control de procesos. Está considerado como uno de los miembros más activos de la comunidad mundial de los estudiosos del análisis estocástico, tanto por la apertura de nuevas líneas de investigación como por el refinamiento de resultados obtenidos por otros científicos.

Su principal objetivo ahora, según manifestó, es continuar con sus investigaciones, y añadió que su ilusión es que algún día alguien resuelva los múltiples problemas matemáticos que guarda en su cajón. "Seguro que algún día moriré y todavía seguirán ahí", dijo. El vicepresidente de Iberdrola, José Antonio Garrido, destacó la importancia del premio, fallado desde hace siete años por el mismo tribunal.