Milosevic debe responder por "la limpieza étnica y el genocidio", dice Aznar en Hungría

ENVIADO ESPECIAL, El presidente del Gobierno, José María Aznar, expresó ayer sin reservas en Hungría, el único país de la OTAN fronterizo con Yugoslavia, el compromiso total de España con la actual ofensiva. No sólo afirmó que España contribuirá "militar y políticamente" a la victoria aliada, que da por segura, sino que se mostró partidario de exigir responsabilidades por las "acciones de limpieza étnica y genocidio" que se han cometido. De ahí a pedir que Slobodan Milosevic sea conducido esposado ante el Tribunal de La Haya para crímenes de guerra sólo hay un paso, que Aznar, ayer, no quiso dar.

El presidente del Gobierno reservó para la conferencia de prensa, en la que dio cuenta de su breve visita oficial a Hungría, la explicación más clara y detallada del compromiso de su Gobierno en el conflicto de Kosovo que comenzó hace ya dos semanas. Flanqueado por el primer ministro húngaro, el joven liberal Víktor Orbán, que se declaró admirador del Partido Popular, Aznar dibujó la posición de su Gobierno en un triple frente, político, militar y asistencia a los refugiados.El presidente del Gobierno, al igual que el primer ministro húngaro, quiso dejar claro que la actual ofensiva de la OTAN no tiene sólo un objetivo militar, destruir la capacidad del Ejército serbio, sino un objetivo político: instaurar en Kosovo un Gobierno democrático que respete la pluralidad nacional de sus ciudadanos. Pero además señaló que la situación no puede quedar en el futuro como está ahora. Al ser preguntado si era partidario de llevar a Milosevic ante el Tribunal de La Haya que juzga los crímenes de guerra, respondió: "Habrá que establecer para el futuro las consecuencias de todo lo que ha ocurrido a lo largo de este tiempo en Kosovo y en la República Federal Yugoslava, muy especialmente las acciones de limpieza étnica y de genocidio. Habrá que extraer las consecuencias y las responsabilidades de ello".

Seguir con la estrategia

En el plano militar se negó a especular sobre una posible participación de tropas españolas en una ofensiva terrestre de la OTAN. "En este momento hay una estrategia diseñada por la OTAN, y hay que perseverar y ser constantes en esa estrategia". Tras explicar los objetivos de los bombardeos selectivos de la Alianza, dijo que hoy en día sólo existe el planteamiento del posible despliegue terrestre de una fuerza multinacional, en el supuesto de que se llegue a una situación de arreglo. "Lo demás", la posible participación en una ofensiva terrestre, que todos temen por temor a las bajas, queda "para los estudios estrictamente militares".Sobre el problema de los refugiados de Kosovo -"la mayor tragedia que se ha conocido en Europa después de la Segunda Guerra Mundial"- afirmó que lo "más deseable" sería que la ayuda humanitaria que se está enviando, o se envíe en el futuro, "fuese fijada en los términos más próximos a Kosovo", ya que lo que se trata con la operación que la OTAN ha puesto en marcha "es conseguir el retorno de los refugiados a su lugar de residencia". En ese sentido reiteró que España "está dispuesta a prestar esa ayuda humanitaria sobre el terreno", y si ello no fuera suficiente, estaría dispuesta a recoger "temporalmente y hasta que puedan volver a su hogares" a un número de refugiados que no precisó.

El Consejo de Ministros del próximo viernes, dijo, tomará decisiones al respecto, una vez que se conozcan los resultados de las reuniones de ministros de Interior y de Exteriores de la UE que se celebran en Luxemburgo.

El primer ministro húngaro también expresó un apoyo sin matices ni reservas a la acción de la OTAN en Yugoslavia, donde residen 300.000 ciudadanos de origen húngaro en la región fronteriza de Voivodina. Orbán indicó que el Ejército serbio ha desplazado importantes efectivos hacia la zona norte del país, la frontera con Hungría, y por ello la OTAN ha volado algunos puentes de alto valor estratégico que unen esa región con la zona centro y sur del país. Si Hungría no hubiera ingresado en la OTAN, estos movimientos de tropas yugoslavas cerca de la frontera húngara hubieran sembrado la incertidumbre entre la sociedad húngara, añadió Orbán.

Para el primer ministro, la pertenencia de Hungría a la "alianza militar más poderosa del mundo" no sólo da seguridad a su país, "sino a todos los húngaros que viven fuera de sus fronteras". Orbán se refería así a las minorías húngaras de Rumania, Eslovaquia, además de la de Yugoslavia, para los que Budapest pide una amplia autonomía, y un respeto a su tradición y cultura.