El Gobierno cubano autoriza que 21 presos españoles sean repatriados

El Gobierno cubano ha aprobado la repatriación de 21 presos españoles que cumplen sus condenas en la isla, en su mayoría por tráfico de drogas, al aplicar por primera vez el Convenio sobre Ejecución de Sentencias Penales, firmado en julio de 1998 por la ministra española de Justicia, Margarita Mariscal, y su homólogo cubano, Roberto Díaz Sotolongo.Fuentes consulares informaron que, tras la rúbrica de dicho acuerdo, 22 de los 24 reclusos españoles solicitaron pasar el resto de sus penas en las cárceles de su país. El Consejo de Ministros deberá ahora aprobar sus repatriaciones.

La mayoría de los españoles presos en Cuba, 21 hombres y tres mujeres, son jóvenes. Sus condenas oscilan entre los seis y los 15 años. Casi todos fueron detenidos cuando transportaban pequeñas cantidades de cocaína utilizando la isla como país de tránsito. Sólo una minoría están condenados por corrupción de menores. Es precisamente a uno de estos últimos al que las autoridades cubanas han denegado finalmente su repatriación.

Dos de los presos renunciaron a beneficiarse del convenio. Uno, José Manuel Trujillo Durán, declaró tener novia en Cuba y preferir cumplir en la isla los dos años que le quedan. El otro es una mujer, condenada por intento de homicidio, que lleva viviendo muchos años en ella.

En buenas condiciones

"En la cárcel en la que se encuentran los hombres, La Condesa, a las afueras de La Habana, los presos tiene bastante tiempo para estar en el patio y practicar deporte", explican el abogado Eduardo Vicente, que trabaja con la Fundación Españoles en el Mundo, y el senador socialista Ignacio Díez, que se han ocupado de estos reclusos.Vicente viajó a La Habana en diciembre de 1998 y fue autorizado a entrar en La Condesa, un presidio sólo para extranjeros y del tipo granja. "Las condiciones no son malas. A diferencia de los 70 u 80 que están en la cárcel de Rabat, estos presos españoles son tratados bien y reciben asistencia médica. Uno de ellos tuvo que ser operado. La principal queja es sobre la calidad de la comida", afirma.

Las tres mujeres cumplen sus condenas con presas cubanas en la prisión femenina de Guatao.

Tanto los hombres como las mujeres reciben visitas de funcionarios consulares cada dos meses y mensualmente el Consulado les entrega 75 dólares (unas 10.000 pesetas). La mayoría recibe ayudas adicionales de sus familias.

Según Vicente, la repatriación de los detenidos, bajo custodia de funcionarios de la Interpol española, debe hacerse lo antes posible: "En demasiados casos, los problemas logísticos o la desidia hacen que las repatriaciones se prolonguen demasiado y esto afecta a los presos y sus familiares. Por ello, una vez aprobados los expedientes, la Administración debe agilizarlas".