El maestro general de los dominicos respalda la cátedra de las tres religiones en Valencia
El teólogo inglés y maestro general de la orden dominica, Timothy Radcliffe, respaldó ayer en su visita a Valencia la creación de la cátedra de las tres grandes religiones monoteístas (católica, judía e islámica) en la Universidad de Valencia. El dirigente mundial de los dominicos, cuyos escritos teológicos y su decidida oposición a la política de Margaret Thatcher le han conferido gran relevancia social, vio con muy buenos ojos el proyecto que impulsan el profesor universitario Esteban Pérez, el teólogo dominico Juan Bosch y los representantes de la comunidad judía e islámica de Valencia. La cátedra debe obtener aún el visto bueno de la Junta de Gobierno de la Universidad de Valencia.
Durante su mandato, el maestro de la orden fundada en 1215 por San Doménico Guzmán, que se dedica principalmente a actividades filóficas, teológicas y docentes, debe visitar al menos una vez las comunidades dominicas repartidas por todo el mundo. Ayer le tocó el turno a la valenciana (formada por una treintena de componentes), lo que fue aprovechado para presentarle el proyecto de la cátedra en la que se impartirán enseñanzas de las tres religiones. La Universidad de Valencia ofrecía estos estudios en los años posteriores a su fundación, hace cinco siglos. Vestido con el característico hábito blanco con capucha, Timothy Radcliffe escuchó atentamente las explicaciones y mostró su conformidad con el proyecto que sigue la línea de los centros universitarios abiertos por los dominicos en Roma, El Cairo y Pakistán. "El diálogo es muy enriquecedor en un mundo lleno de conflictos", dijo el teólogo de Oxford, quien afirmó que comparte con la teología de la liberación "la búsqueda de un mundo más justo" y el "compromiso de ayuda a los más pobres, que es aceptado por todos, incluso por el Papa". "Toda teología tiene un elemento de liberación", agregó. Sobre las causas que originaron el conflicto en los Balcanes y en la actual Yugoslavia, Radcliffe apuntó que no es un experto en la materia y que los continuos viajes que ha de realizar le impiden estar informado con precisión sobre el trasfondo político de una cuestión "tan compleja y confusa". En este sentido, Radcliffe advirtió contra las posturas más cómodas: "Es muy fácil caer en la demonización de los serbios y hay que rechazar esta tentación". Además, argumentó en el convento dominico de Valencia que su experiencia le dicta "que ninguna guerra es capaz de alcanzar la paz". Búsqueda de la verdad Autor de una muy difundida intervención, significativamente titulada El parque jurásico y la última cena, que realizó ante el Vaticano, Radcliffe recordó que el lema de los dominicos, que se rigen por la palabra de San Agustín, es el de la verdad, pero ésta "no es algo que se pueda poseer". Por tanto, defendió el diálogo para "buscar la verdad". El catedrático de Psicología Esteban Pérez, el representante de la comunidad islámica en Valencia, Abdul Rahim Yaghmon, y el de la judía, Samuel Serfaty, además de diversos dominicos -Juan Bosch, director del Centro Ecuménico P. Congar no pudo llegar a la reunión a causa de los retrasos en los vuelos de Iberia-, fueron los interlocutores del maestro general de la orden religiosa. El encuentro discurrió en un ambiente muy distendido. Esteban Pérez explicó que el proyecto pretende constituirse en una cátedra con créditos de libre elección para los alumnos que funcionaría de manera similar a la cátedra de pensamiento Cañada Blanch. También recordó que el rector de la Universidad de Valencia, Pedro Ruiz, ha manifestado su interés por la iniciativa en la que participarían profesores de las tres religiones y en la que se ofrecería también una perspectiva académica y científica del hecho religioso. Abdul Rahim recordó que la comunidad islámica en Valencia tiene registrados unos 5.000 integrantes y la israelita, unos 130.
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