La Junta de Andalucía advierte de que las exigencias ambientales impuestas a Boliden son innegociables

Las condiciones ambientales impuestas por la Junta de Andalucía a la empresa propietaria de la mina de Aznalcóllar (Sevilla), Boliden Apirsa, para reiniciar la actividad de explotación "no son discutibles y en ningún caso se flexibilizarán", según advirtió ayer el consejero de Medio Ambiente andaluz, José Luis Blanco.El consejero criticó las peticiones de algunos representantes sindicales de flexibilizar los requisitos y señaló que suavizar esas condiciones supondría reconocer "que se está dispuesto a hacer tráfico de influencias". Blanco aseguró que se han tomado todas las precauciones para que la mina que provocó los vertidos que afectaron al entorno de Doñana abra sin riesgos ambientales, y recordó que las exigencias impuestas a la multinacional Sueca "son de obligado cumplimiento" de acuerdo con la ley.

La Comisión de Medio Ambiente del Parlamento andaluz decidirá hoy si solicita la comparecencia de la ministra de Medio Ambiente, Isabel Tocino, para que exponga las consecuencias a medio y largo plazo de la catástrofe sobre los ecosistemas y la economía de Doñana, así como las actuaciones que se emprenderán para reparar los daños.

La mina de Aznalcóllar reanudará esta semana la actividad de forma progresiva, tras un año fuera de servicio. El vertido tóxico al río Guadiamar se produjo el 25 de abril de 1998. La mayor parte de los empleados estarán trabajando la próxima semana y la totalidad lo hará antes del mes de junio. Los responsables de la mina anunciaron ayer que las labores se iniciarán hoy con una voladura de 2.000 kilos de explosivos. La empresa sueca Boliden está obligada a vigilar la explotación una vez que abandone su actividad en la zona durante 25 años, hasta que se constate la normalidad en las instalaciones.

La reapertura de la mina ha sido acogida con quejas por parte de Greenpeace, que calificó ayer el hecho de "inaceptable". Greenpeace asegura que las medidas de seguridad apenas han mejorado respecto a las vigentes en la fecha en la que se produjo el vertido, lo que hace posible que se produzca en cualquier momento una catástrofe similar, según los responsables de esta organización.