La OTAN envía helicópteros de combate para actuar contra las fuerzas serbias en Kosovo
El Consejo Atlántico autorizó ayer al secretario general, Javier Solana, a pedir a Albania que acoja los 24 helicópteros estadounidenses de ataque Apache que deben actuar contra las tropas serbias desplegadas en la provincia de Kosovo. Según fuentes de la Alianza, Tirana respondió de inmediato a la propuesta con un sí incondicional. Hasta ahora, todas las fuerzas de la OTAN que intervienen en ataques a Serbia tienen su base en territorio aliado (Italia) o en aguas del Mediterráneo. La decisión aliada representa la primera implicación directa de un país tercero en los bombardeos sobre Yugoslavia.
Los helicópteros Apache van a suponer un giro importante en el conflicto. Hasta ahora, la OTAN se ha limitado a destruir instalaciones e infraestructuras serbias mediante el lanzamiento de misiles de crucero desde barcos o aviones y con bombas teledirigidas. Las operaciones sobre el terreno mediante vuelos a baja altura han sido escasas debido al mal tiempo, y sus resultados apenas han sido desvelados. Los Apache han de encabezar esas operaciones, con las que la OTAN espera destruir o degradar de manera significativa la capacidad de la artillería serbia.Las tanquetas y los blindados son el arma utilizada por Slobodan Milosevic para rodear los pueblos kosovares y desalojarlos. Hasta ahora, la destrucción de esas fuerzas ha sido casi imposible por diversos factores. Debido a ello, el régimen ha podido acelerar el proceso de limpieza étnica.
Pero el uso de los Apache genera un problema. Su base ha de estar lo más cerca posible de los lugares de intervención por problemas de abastecimiento de combustible y de seguridad. Por eso, la Alianza ha decidido que el emplazamiento ideal es Albania, junto a la frontera de Kosovo. Los 19 embajadores atlánticos autorizaron ayer al secretario general de la organización, Javier Solana, a solicitar ese permiso a las autoridades albanesas e instalar en ese país la base de los Apache. La Alianza estaba segura de que la respuesta de Tirana iba a ser inmediata y positiva.
Pero plantea también un problema político. Hasta ahora, la OTAN ha desplazado a Albania y a la antigua república yugoslava de Macedonia tropas destinadas a formar parte de una fuerza de paz y que ahora se ocupan de labores humanitarias. Los Apache, en cambio, tendrán encomendadas misiones de ataque contra las tropas de Milosevic. En la práctica supone que, por primera vez en el conflicto, un país no aliado, Albania, se implica en la agresión a Yugoslavia, lo que podría legitimar políticamente una eventual represalia de las fuerzas serbias a Albania.
Los aviones aliados realizaron en la noche del domingo el ataque más contundente desde que se iniciaron las operaciones aéreas contra Yugoslavia. Los aliados atacaron casi treinta objetivos concentrados en Kosovo y en las cercanías de Belgrado, aunque destruyeron también un depósito de carburante al norte de Voivodina. En la capital, los ataques se centraron en una instalación de telecomunicaciones, un aeropuerto, una plataforma de lanzamiento de misiles, un hangar militar, un cuartel de la policía especial, una guarnición del Ejército y dos centros de mando de la defensa aérea.
En Kosovo los objetivos fueron un depósito de armas, dos de petróleo y un aeropuerto junto a Pristina y cuatro puentes de la autopista del noroeste de la provincia, entre otros objetivos.
Los ataques sobre el terreno en Kosovo se centraron en la zona suroeste de la provincia, cerca de la frontera con Albania, donde, según la OTAN, se registran las mayores operaciones de castigo de las fuerzas serbias contra los guerrilleros del Ejército de Liberación de Kosovo.
Los portavoces aliados suministraron muy poca información sobre el resultado de las operaciones sobre el terreno. "Estamos apenas empezando a atacar a las fuerzas sobre el terreno; verán resultados directos muy pronto", se justificó el portavoz militar, el general de brigada David Wilby. "Tenemos evidencias directas de que les estamos haciendo daño", añadió Wilby.
Los portavoces insistieron en que no habrá una intervención aliada por tierra que signifique un enfrentamiento contra el Ejército de Milosevic. "Sólo entraremos en Kosovo cuando Milosevic haya retirado sus tropas y con el objetivo de acompañar a los refugiados", insistieron una vez más los portavoces. Sin embargo, cada vez toma más cuerpo en los pasillos de la OTAN la sensación de que los aliados están preparando una eventual operación terrestre que podría tener lugar dentro de unas cinco semanas.
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